Al final, vuelve Leo Messi tras su periplo por las Américas. Y vuelve con unas molestias musculares en el aductor de la pierna derecha que preocupan al Barça. Justo ahora cuando asoma el decisivo mes de abril, con tres títulos en juego (Liga, Copa y Champions) el cuerpo de la estrella da síntomas de fatiga muscular. En la madrugada del martes al miércoles, Messi no jugó ni un minuto con la selección argentina en el amistoso frente al combinado de Costa Rica (0-0). Salió al campo, se sentó en el banquillo, mascó chicle con cara de aburrimiento --a Messi le quitas el balón de los pies y se enfada-- y después tuvo toda la paciencia del mundo para firmar en las camisetas de los jugadores costarriceños.

NO HAY ROTURA Después de unas horas de confusión, los médicos de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) confirmaron el primer diagnóstico que dejaba fuera del campo a la estrella del Barça. No era una rotura fibrilar. Tan solo una contractura muscular. Suficiente, sin embargo, para que la inquietud se instalara en la ciudad deportiva, donde Guardiola reunió ayer, por vez primera tras casi dos semanas, a la plantilla al completo. Excepto, precisamente, los tres argentinos (Messi, Milito y Mascherano). Llegan hoy.

En esas horas de confusión en el hotel de la selección argentina en Costa Rica estaba siempre presente Juanjo Brau, uno de los fisioterapeutas del Barça, y que acompaña de forma permanente a la estrella. Por tanto, Guardiola estaba informado al instante de la situación física del delantero. Había jugado el pasado fin de semana los 90 minutos ante Estados Unidos sin problema alguno, pero en el último entrenamiento previo al choque con Costa Rica notó unas ligeras molestias. Y a pesar de la enorme presión de los organizadores del partido sobre la AFA, tanto Sergio Batista, el seleccionador, como Julio Grondona, el presidente de la federación, se mantuvieron firmes.

Ya fuera por iniciativa propia o por presiones del Barça, algo que negaron ambos. "Entiendo el espectáculo, pero no voy a arriesgar a un jugador", dijo Batista tras el pobre y gris empate de su equipo. "Entiendo y lamento que no haya jugado ese futbolista que quería ver el público, pero yo no iba a arriesgar a Lionel por una lesión", reiteró el técnico.

"En estas condiciones físicas, no puede jugar", había advertido antes del encuentro Grondona, el presidente de la AFA, negando que hubiera cláusula alguna en el contrato del partido que obligara a alinear a Messi en ese amistoso. "No puede ni debe arriesgar, pero, eso sí, va a saludar a la gente", afirmó el dirigente.

DUDOSO PARA VILLARREAL Es verdad que salió a saludar, pero coincidiendo con la entrada también en el campo de la selección argentina, por lo que el público ni se dio cuenta ya que Messi estaba sepultado por una nube de fotógrafos y curiosos. Luego, cuando apareció su imagen en los marcadores del estadio, fue silbado. Y sin tocar la pelota, se marchó, con escala previa en EEUU, de vuelta a Barcelona, donde se le espera hoy para ser examinado por los médicos del club. De momento, Messi, que ha jugado casi el 90% de los partidos marcando 47 goles en 45 choques, es dudoso para jugar el sábado en El Madrigal, punto de salida de un enloquecido mes de abril.