Los aficionados pueden respirar tranquilos. Habrá fútbol. El Córdoba viajará a Huesca para medirse al club oscense el sábado a las 18.00 horas. Ya lo tenía planeado, por lo que la resolución dictaminada ayer no le supuso un cambio de planes.

También jugarán el Madrid y el Barcelona, que serán los que abrirán la Primera División el sábado en sus partidos contra Sporting y Villarreal, respectivamente. La jueza Purificación Pujol se decantó ayer por la solución más lógica. Dio la razón a los seis clubs que solicitaban medidas cautelares contra la decisión, tomada el 11 de febrero en la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), de suspender la jornada 30 de Primera y 32 de Segunda si el Gobierno no atendía su exigencia de terminar con la obligatoriedad de ofrecer un partido en abierto los sábados. La decisión de la jueza de que el calendario oficial de la Liga no se altere evitó un papelón de la LFP. Si la magistrada hubiera dado la razón a la patronal, los clubs se hubiesen reunido ayer por la tarde en una asamblea extraordinaria de urgencia para revocar su extemporánea medida de presión. Pese a haber votado a favor del paro, la mayoría de los clubs habían llegado después a la conclusión de que era una insensatez suspender la competición por algo que se puede negociar con mucho más tiempo por delante. La exigencia de la LFP de acabar con el partido gratis es para la temporada 2012-2013.

Después de tanto ruido para nada, bastó una llamada de Jaime Lissavetzky a José Luis Astiazarán, presidente de la Liga Profesional, para que la convocatoria de paro se diluyera antes o después de conocerse el contenido del auto judicial. A cambio de esa marcha atrás de los clubs, el secretario de Estado se mostró receptivo con las reivindicaciones del fútbol que no tienen que ver con el duelo en abierto, como rebajar el IVA y el mayor retorno de las apuestas deportivas.

La LFP, sin embargo, se quejó ayer en su comunicado oficial de la falta de sensibilidad del Gobierno con sus peticiones. "Pese a la actitud no dialogante de la Administración, a partir de ahora se establecerá una nueva hoja de ruta que nos permita desbloquear las conversaciones en la búsqueda de soluciones a los diferentes agravios comparativos que sufre el fútbol profesional respecto a otros sectores de la economía española", se decía en la nota.

También se hacía hincapié en que, aún con discrepancias internas, "todos los clubs y sociedades anónimas deportivas que componen la Liga mantienen las reivindicaciones expresadas al Gobierno". Astiazarán reiteró más tarde que "sí ha habido negociaciones, pero ninguna voluntad de avanzar en ninguna de las solicitudes de la Liga".

REESTRUCTURACION Los seis demandantes, por su parte, insistieron en la necesidad de una profunda reestructuración del fútbol profesional español "con los mismos criterios de actuación que las principales Ligas europeas, con el fin de poner punto final a la situación caótica que impera", según palabras del presidente del Athletic, portavoz de este grupo de disidentes. Fernando García Macua aseguró que el paro patronal era "algo irracional y absolutamente inoportuno". "Se ha creado una situación caótica en muchos aspectos que nos perjudica a todos", dijo.

Al final, resulta que la inmensa mayoría de los clubs estaban como locos por que la competición no sufriera ningún cambio y el calendario siguiera su curso. Por supuesto, el Madrid y el Barcelona están encantados de que así sea. Sobre todo, teniendo en cuenta que ambos se consideran firmes aspirantes a disputar la final de la Liga de Campeones el 28 de mayo. De haberse parado, la Liga hubiera acabado dos semanas después.

Con todo, la LFP encontró un apoyo para el fondo de su principal exigencia. Jean-Louis Dupont, el abogado del caso Bosman, les da la razón. "Si los clubs optaran por llevar el contencioso a instancias europeas, tendrían buenas perspectivas de solución a su favor", dijo.