Nunca se han llevado y a la mínima que pueden vuelven a la greña. Fabio Capello es uno más en la interminable lista de enemigos de José Mourinho, un técnico especialistas en acumular enemistades allá por donde pasa. Lo hizo en Inglaterra, en Italia y, por supuesto, en España. También tiene tiempo de opinar de las selecciones, sobre todo si el banquillo lo ocupa un tipo que no es de su agrado, como Capello. En este caso, el odio es mutuo, como quedó ayer de manifiesto, cuando el míster italiano tildó de "irrespetuoso" al luso, que aseguró que había rechazado el cargo de seleccionador inglés antes de firmar Capello.

En una entrevista con el diario L´Equipe , Mourinho aseguró que estuvo a punto de dirigir a la selección británica después de que Steve McClaren fuera destituido tras quedar fuera de la Eurocopa del 2008. Mou vino a decir que él era el preferido, por delante de cualquier técnico. Entonces, se barajaron también los nombres de Marcello Lippi y Martin O´Neill, pero fue Capello el elegido, apoyado públicamente por colegas como Alex Ferguson, Arsene Wenger y Rafa Benítez. El técnico italiano estaba sin equipo y ejercía de comentarista en la RAI. Finalmente aceptó el cargo. "Siempre que un club o una selección buscan un entrenador consultan con muchas personas. Es normal, no hay nada extraño. Pero no me gusta hablar de mis relaciones con otros clubs para no faltar el respeto a mis compañeros de profesión. Y con eso está todo dicho", dijo ayer Capello.

LA PRIMERA OPCION La federación inglesa también salió al paso para pronunciarse en el conflicto, asegurando que Capello "siempre fue la primera opción". No es la primera vez que Mou y su colega se enzarzan en una polémica. Antes ha habido, como mínimo, dos duros episodios. El pasado agosto, el preparador del Madrid aprovechó el triste papel de Inglaterra en el Mundial para atizar a Capello. "El problema de Inglaterra es su entrenador. Tiene solo una manera de trabajar y no puede cambiar. No puedes pasar todo el tiempo gritando a los jugadores. Ellos deben sentirse especiales. Capello nunca funcionará para Inglaterra".

Mou fue más lejos y calificó el juego inglés de "auténtico caos" por la "falta de táctica" del entrenador. En el 2009, fue Capello quien metió la presión a su rival al afirmar que el Inter estaba obligado a ganarlo todo.