Rafael Carrillo, entrenador del Lucena, explicó tras el encuentro que "el punto es casi como una victoria, porque lo hemos logrado en un campo complicado". El técnico diferenció el partido en dos partes, ya que "en la primera hemos tenido el partido muy controlado y hemos jugado mucho mejor que en la segunda, en la que tendríamos que haber seguido haciendo lo mismo que en la primera, pero ellos han dominado el tiempo y el balón y no ha podido ser", por lo que consideró el empate "justo".

Por otro lado, el técnico cordobés se refirió a que su equipo "nota mucho el cambio de superficie, ya que en el césped natural los jugadores se cansan más" y eso propició que en la segunda parte "no pudiéramos mantener la presión para forzar la pérdida de balón del contrario", así que "ellos se crecieron y confiaron en sus posibilidades".

Por último, Carrillo aseguró que "el objetivo está casi cubierto, pero seguimos exigiéndonos para conseguir algo más; hay que felicitar a la plantilla porque está haciendo un esfuerzo impresionante para mantener la ilusión".

Por su parte, el entrenador del Cádiz, José González, compareció con el gesto muy serio, afirmando que "eran tres puntos necesarios que se nos han escapado en un partido contra un equipo de la zona media al que estábamos obligados a ganar". Sobre el hecho de que su equipo jugara tan mal en la primera parte y mejorara en la segunda, dijo que "es inexplicable, porque el trabajo durante la semana es el mismo; jugar en Carranza es una responsabilidad y en la primera mitad no hemos aparecido. Por último, aseveró que el próximo partido en casa lo ganarán "por cojones"