La semana previa al partido de esta tarde ante el Nástic ha dejado sentencias muy esclarecedoras de lo que puede pasar en un futuro inmediato. Ante la crisis económica que acucia al Córdoba, tanto el técnico, Lucas Alcaraz, como el vicepresidente de la entidad, Antonio Prieto, han dejado claro que el principal activo que tiene actualmente la entidad es competir en una categoría profesional. Sería la única manera de mantener los ingresos. Los gastos ya se recortarán para subsistir. Para estar un año más en la categoría de plata del fútbol nacional, la plantilla blanquiverde debe llegar cuanto antes a los 50 puntos. Hoy se presenta una oportunidad idónea para superar la barrera psicológica de los 40 puntos. Quedarían 33 por disputarse, por lo que la media cuadra con holgura. Eso sí, por la cabeza no pasa la derrota. Colocarse a tan solo cuatro puntos de la zona roja dejaría muy mermado mentalmente a una plantilla con muchos contratiempos a su espalda. ¿Soportarían llegar al tramo decisivo con la soga al cuello cuando durante la temporada no han convivido con esa presión? Mejor no verlo –ni pensarlo–.

El entrenador blanquiverde seguirá con las adversidades. La última ha sido la lesión de Juanmi Callejón, que durante toda la semana no ha podido ejercitarse al sufrir un pinzamiento en la rodilla. Alcaraz decidirá en el último momento, tras realizarle una última prueba, si jugará finalmente, aunque las sensaciones en el día de ayer fueron positivas. Una posible ausencia dejaría sin hombres de banda específicos al equipo, ya que Sesma, aunque citado, aún no está al cien por cien. Por ese motivo, Camille seguirá jugando de interior, aunque el jueves dejó claro que se siente más cómodo defendiendo que atacando. De Coz entrará por Fernández en el lateral derecho, por lo que será el único cambio en el once con respecto al equipo que ganó al Tenerife (1-2) el pasado sábado.

Lucas Alcaraz deberá ver su tercer partido de la temporada desde la grada. Fue expulsado en el Heliodoro Rodríguez López y será el primero de los dos partidos consecutivos de sanción impuestos por el Comité de Competición. Pierini tomará el mando en el banquillo y será la pieza que dirija al equipo bajo la tutela de Alcaraz --técnico más expulsado en los dos últimos años de Segunda A--. En el otro banquillo, Juan Carlos Oliva, que fue su discípulo en el Recreativo de Huelva, ha cambiado la cara a un Nástic de Tarragona al que cogió en descenso y ha logrado sacarlo de la quema con una segunda vuelta excepcional. Tanto, que Alcaraz elogia a su ex compañero: "Está en una dinámica bastante buena", ya que en su opinión "el trabajo de Juan Carlos Oliva, en cuanto a juego y resultados, ha hecho que el equipo vaya hacia arriba y haya salido del descenso".

No se antoja que Oliva vaya a realizar grandes cambios en el equipo inicial en relación al que jugó en las últimas jornadas. Solo Fuster, de no recuperarse de su lesión, saldrá del equipo. Su puesto sería ocupado por Mingo. La otra duda es la de Gerardo, pero el centrocampista se ha recuperado de sus molestias y parece que será de la partida. El resto del equipo será el habitual, con Morán al mando e intentando aprovechar la racha goleadora del holandés Powel, un delantero que en las últimas jornadas ha sido el sustento ofensivo del equipo catalán.