Carlos Queiroz criticó ayer con rotundidad a Pepe, que días atrás había acusado al exseleccionador de Portugal de crear un mal ambiente durante la concentración lusa en el Mundial de Suráfrica. "Yo no me meto con él cuando patea salvajemente a otros jugadores en la cabeza", aseguró el entrenador. "Pepe no debería meterse en mi vida intentando patear mi dignidad y moral", añadió Queiroz, que apeló a su experiencia en los banquillos para desacreditar al central.

El preparador se mofó del madridista. "Parece un personaje menor de telenovela brasileña. Todavía llevaba chupete cuando yo ya representaba y daba campeonatos del mundo a Portugal". Queiroz, que ocupó el banquillo luso entre el 2008 y el 2010, fue destituido en septiembre después de una polémica sanción de las autoridades portuguesas, que le acusaron de entorpecer un control antidopaje. El técnico presentó un recurso al TAS, que le dio la razón.

Por su parte, Leo Messi reconoce que "lo único que me falta es ganar un Mundial y lo ganaré", sostiene el delantero, que nunca suele fallar cuando se traza un reto. "Ya hizo los méritos suficientes para estar entre ellos", afirmó Carlos Bilardo, el director técnico de Argentina, quien promueve al delantero azulgrana como "el futuro capitán" de la selección albiceleste.

Messi ya ha conseguido todos los títulos posibles vestido de azulgrana: Liga, Copa y Supercopa de España, Copa de Europa, Supercopa de Europa y Mundial de Clubs. En su casa se agolpan el trofeo Pichichi, la Bota de Oro, el Balón de Oro, el FIFA World Player, la medalla de oro olímpica y varios balones firmados, simbólicos trofeos de sus tripletes goleadores.

Solo falta la última corona. "Sé que en algún momento lograré el Mundial que tanto quiero", dijo Messi a la cadena argentina TyC Sports.