Faltaba todavía una hora para que Alberto Contador llegara a la Rambla Vella de Tarragona. Eran las diez de la mañana y ya había público esperando al corredor que hoy se proclamará vencedor de la Volta del centenario. Alrededor del autobús del Saxo Bank la gente aguardaba al protagonista principal de la carrera, al corredor que aglutina todo y que ayer convirtió la sexta etapa de la carrera en un plebiscito popular favorable a sus intereses.

"Tres nombres llevo en mi corazón: el de mi esposa, el de mi hija y el de Alberto Contador". Tanto le gustó al ciclista de Pinto el piropo que le lanzó el aficionado, que lloraba de emoción, que hasta le entregó su gorra firmada. Cinco horas más tarde, en Mollet del Vallés, donde finalizó la etapa, los Mossos d´Esquadra tuvieron que hacer un pasillo para que el coche auxiliar del Saxo Bank, donde viajaba Contador, pudiera abandonar la zona de meta camino de su hotel en Cerdanyola. Ayer, se vio mucho más sonriente y alegre al ciclista de Pinto porque, además, tal como él explicó y repitieron otros corredores, el público celebró el paso del pelotón por sus localidades mostrando varias pancartas de apoyo a Contador. "Ha sido muy emocionante, de verdad. Me ha gustado mucho pasar por los pueblos y ver las pancartas". En bici no se va tan rápido como en coche o motocicleta y los ciclistas tienen tiempo para fijarse en estos detalles importantes.

LOS CODAZOS FINALES También se percató José Joaquín Rojas, ciclista del Movistar, que ayer ganó, por fin, la ansiada etapa que tanto anhelaba desde que empezó la Volta en Lloret. Rojas casi parecía aquel delantero de fútbol que siempre dispara al palo en vez de enviar el balón al fondo de la portería. Hasta ahora había sido dos veces segundo y otras dos tercero. Tuvo que abrirse paso en el esprint final entre los codazos y los golpes "que recibía en el culo" por parte de un corredor al que no pudo identificar. Para salvar el acoso y evitar la caída debió emplearse a fondo y hasta ir más rápido, impulsado hacia la victoria, en un trabajo conjunto del Saxo Bank, que quería paz para Contador, y del Movistar, que anulaba todas las fugas porque confiaba en Rojas; un equipo que dirigen desde el coche José Luis Arrieta y José Luis Laguía, que en la Volta ha debutado como director del conjunto de Telefónica. "La verdad --dijo Rojas-- hasta hoy (ayer, para el lector) la carrera estaba fría de público. Pero ha sido impresionante. Cada pueblo estaba lleno de aficionados y daba gusto ver las pancartas de ánimo hacia Contador, un ciclista que está haciendo historia y al que están maltratando de una forma muy injusta". Y eso que Rojas y Contador son rivales en la carretera.

El coche alejó a Contador de Mollet, perseguido por chavales que corrían a la estela del coche. Fue imposible verlo una última vez. Está claro que el vigente ganador del Tour de Francia cuenta con el apoyo de los aficionados a este sacrificado deporte.