El Barça no quiere entrar en polémicas e intentará abstraerse de la polémica arbitral, que marcó la derrota de los azulgranas en el segundo partido de la eliminatoria de cuartos de final frente al Panathinaikos, aunque se siente perjudicado y considera que los colegiados tuvieron un peso decisivo en el desenlace.

La postura del club será la de mantener silencio sobre este tema cara al público y centrarse en el objetivo de llevarse uno de los dos próximos encuentros en Atenas (martes y jueves) para forzar el desempate en el Palau. El ganador de la serie logrará su clasificación para la final four del Sant Jordi, que se disputará entre el 6 y el 8 de mayo.

"Hay que recuperarse mentalmente porque nos espera allí un ambiente hostil", apuntó el base esloveno Jaka Lakovic, que jugó en el Panathinaikos antes de recalar en el Barça. "Estamos capacitados para ganar en Grecia", afirmó, por su parte, Pascual.

El club, de todas formas, hará llegar su malestar a los responsables de la Euroliga, cuya oficina central está en Barcelona y, concretamente, al director de arbitraje, el griego Costas Rigas, que el jueves siguió en Vitoria el partido entre el Caja Laboral y el Maccabi de Tel-Aviv.

El club considera que las quejas de Xavi Pascual después del partido fueron bastante elocuentes y que no hace falta añadir más tensión a a la eliminatoria. "Los árbitros nos perjudicaron. Esperemos que allí sean tan valientes", se lamentó el preparador azulgrana en referencia a las decisiones del del trío formado por el italiano Cerebuch, el croata Zozai y el polaco Zamojski. Este último curiosamente, fue uno de los árbitros de la polémica canasta que le costó la derrota el año pasado al Barça en su visita a Zagreb. Y su trayectoria resulta inquietante: de los siete partidos que le ha dirigido al Barça, el equipo azulgrana ha perdido cuatro, entre ellos el de Vilnius de la Euroliga en la primera fase de la competición.

"Los árbitros nos descentraron en algunos momentos, y a veces pensábamos más en ellos que en el partido", asumió la estrella del equipo, Juan Carlos Navarro, intentando centrarse exclusivamente en el terreno deportivo.

El Barça tendrá un complicado reto tanto físico como mental antes de viajar a Atenas. Mañana deberá jugar un partido de Liga ante el Assignia Manresa, apenas 48 horas antes del tercer encuentro frente al Panathinaikos. En cambio, el equipo griego, al igual que ocurre con el Olympiacos, ha aplazado su partido de Liga y podrá descansar. Está claro que hay países en los que tratan mejor que otros a los conjuntos que compiten por Europa.