Técnicos y futbolistas están convencidos de que la jornada 30, prevista para el 2 y 3 de abril, se disputará. La cúpula de la Liga de Fútbol Profesional, sin embargo, insiste en que su decisión de suspender la competición es firme, pese a la profunda división existente entre los clubs. La postura del Gobierno, que no se ha inmutado ante la firme amenaza de paro patronal, puede radicalizar aún más la posición de la Liga.

"Los principales perjudicados son los ciudadanos y los futbolistas, ya que se alargará la competición alrededor de 20 días. Espero que impere el sentido común. Mantenemos nuestra disposición a hablar en defensa de los intereses de los aficionados". Así reaccionó ayer el secretario de Estado para el Deporte ante la amenaza de plante de la LFP, cuyo objetivo es acabar con el partido en abierto de los sábados a partir de la temporada 2014-2015. "Hace un año se votó la ley audiovisual y ningún grupo presentó enmiendas para suprimir los encuentros en abierto. Ahora surge esto como una petición extemporánea. No se puede plantear por la fuerza un cambio en la situación", declaró Lissavetzky, que recordó que se trata de un cierre empresarial por parte de unos clubs que adeudan 694 millones a Hacienda, además de otra importante cantidad a la Seguridad Social.

Unas manifestaciones que no hicieron más encender un poco más el ánimo de los partidarios del parón, que son 13 de los 20 clubs de Primera División. Se oponen Villarreal, Athletic, Real Sociedad, Zaragoza, Espanyol, Málaga y Sevilla. Casualmente se trata de las entidades que rechazan el reparto de los derechos televisivos proppuestos por Madrid y Barcelona.

"El Madrid-Sporting no se va a jugar ese fin de semana. Da la impresión de que la gente no se lo toma en serio, pero yo apostaría a que habrá huelga. Están hablando de jugar el viernes, pero no lo van a hacer ni viernes, ni sábado, ni domingo", dijo el presidente del Deportivo, Augusto Lendoiro. Quien no entiende nada es Luis Rubiales, presidente de AFE. "Lo que parecía una apocalipsis entonces, ahora parece que abre las puertas del paraíso para los clubs. Astiazarán decía que no había fechas y ahora mira", resaltó Rubiales.