Parecía que tras la tormenta se había instalado un remanso de paz, de tranquilidad, pero los movimientos en el seno del Córdoba no han cesado en las últimas fechas. De hecho, el club acaba de entrar en la fase decisiva de su plan de viabilidad. Desde la cúpula se ha instado, como primer paso, a contactar con los proveedores para renegociar la deuda, con el único objetivo de garantizar la supervivencia del club.

Una vez que no se llevó a cabo el proceso de compraventa y que la aportación de José Romero (grupo Prasa) permitió restablecer el equilibrio patrimonial, evitando así caer en causa de disolución, en el nuevo plan de viabilidad se incluirá un considerable ajuste en los costes, que tendrá una reducción en todas las parcelas del club.

La entidad necesita liquidez y tiene que aplazar con celeridad la deuda con sus acreedores. Así que la semana que viene se retomarán contactos, principalmente con Hacienda y la Seguridad Social, con quienes se mantiene la mayor parte de la deuda.

Fuentes del club insisten en que la sociedad tiene que ser "autosuficiente sin la aportación del máximo accionista", por lo que se pretenderá "aprovechar al máximo la cantera". Algo que ya está cumpliendo Alcaraz.

El técnico es, precisamente, como ya informó este periódico, un pilar "fundamental" en el nuevo plan, ya que los rectores blanquiverdes confían en su capacidad para hacer proyectos con presupuestos austeros. También se cuenta con el segundo técnico, Alessandro Pierini, con el cuerpo médico y con toda la estructura de las categorías inferiores, que tan bien está funcionando. El plan está hecho a un año vista y es prorrogable. Cuenta con el máximo apoyo de José Romero.