El frenesí en el que ha vivido instalado el Córdoba en los últimos meses no solo ha tenido consecuencias negativas en el ámbito deportivo --el club, por ejemplo, se quedó sin fichar en el mercado invernal--, sino que ha ido más allá y se ha prolongado en el futuro. Y es que el plazo de cesión de los terrenos de Las Quemadas ya ha expirado, por lo que la entidad se queda, por el momento, sin esa parcela de 58.668 metros cuadrados --donde tenía previsto construir su futura ciudad deportiva--, que continuará siendo municipal.

El club, que ya solicitó una prórroga de dos meses para cumplimentar los trámites, ha dejado pasar la oportunidad. Con los tiempos convulsos y al no tener muy claro quién iba a ser el dueño, los rectores cordobesistas prefirieron ralentizar el tema, pero el plazo ya se ha cumplido, aunque no es irrevocable. Para volver a optar a ellos, tendrá que iniciar de nuevo todo el proceso burocrático para que pasen a manos de la Fundación.

No es la primera vez que sucede algo parecido. Esos mismos terrenos ya se le ofrecieron hace muchos años a la Federación Andaluza de Tenis, pero tampoco fue capaz de montar y sacar adelante un proyecto.

En una situación similar está El Arcángel. El Córdoba intentó en su día cambiar el contrato en precario que mantiene, ya que consideraba inasumibles los 500.000 euros que le cuesta el mantenimiento del estadio. Fue entonces cuando surgió la intervención de Cajasur por parte del Banco de España y más tarde el proceso de compraventa. Todo ello detuvo la negociación.

Si bien el Córdoba no se encuentra en una situación irreversible, sí anda muy lejos del proyecto que hace solo unos meses, este mismo verano, parecía tomar cuerpo.