Los magníficos, de momento, se han quedado en tres. El Gran Premio de Qatar, el primero del Mundial de motociclismo del 2011, demostró que el italiano Valentino Rossi no está todavía para pelear por la victoria, ni parcial ni final. Cierto, nadie lo descarta, ¡faltaría más!, y mucho menos los mosqueteros. Jorge Lorenzo (el campeón de MotoGP), Casey Stoner y Dani Pedrosa saben, sospechan o intuyen que hay que darle tiempo y coinciden en que a Rossi "siempre se le espera".

El nuevo binomio que forman la impresionante Honda que ha diseñado y construido la fábrica alada para ganar, de una vez, un título, el de MotoGP (motos de 800cc), que se le resiste, y el joven australiano protagonizaron en Qatar una carrera impecable. "Esta moto de ahora no tiene nada que ver con la Desmosedici del año pasado y no me pidan que las compare porque no pienso hacerlo, porque no puedo hacerlo", dijo el piloto australiano nada más finalizar la prueba qatarí.

Stoner también replicó con un silencio a la pregunta sobre qué le parecía la primera carrera del Doctor sobre su Ducati. La prensa italiana le busca las cosquillas con eso, pero será difícil que le arranquen una palabra a Stoner. De momento.

Mientras el australiano se convierte en favorito y Rossi se recupera de su dolor en el hombro derecho, las vidas de Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa vuelven a cruzarse. Y, de nuevo, en el primer pulso de la temporada el bicampeón de Mallorca derrotó al tricampeón catalán. Y lo hizo con contundencia. Ambos, curiosamente, llegando al final del camino por trayectos opuestos. Pedrosa, impresionante en los tests invernales y en los ensayos previos a la carrera, acabó cediendo, víctima de nuevos e imprevistos dolores alrededor de la clavícula izquierda. Todo un tormento.

Lorenzo, que hizo equilibrios durante los entrenamientos del jueves, el viernes y el sábado, resurgió cual campeón en carrera y regresó a España con el espíritu de vencedor reconstruido.

"No es que la Yamaha sea inferior a la Honda --explican en el box del campeón--, es que es Lorenzo quien hace campeona a una moto y, durante los ensayos de Doha, Jorge nunca pilotó con el espíritu y la determinación con que lo hizo durante la carrera. ¿Por qué? Ni idea, pero no volverá a ocurrir, ya verán". Al final, tuvo razón Pedrosa, que se pasó la semana en Qatar recordando: "Yamaha es una moto de carreras, no de entrenamientos, y ya verán como en carrera Lorenzo estará ahí". Según el piloto mallorquín, "asumiendo más riesgos de lo debido, también es verdad".

Del menos a más de Lorenzo, a la decepción, al tobogán, de Pedrosa. En el entorno del tricampeón ha vuelto la preocupación. La pérdida de fuerza, el cosquilleo y los calambres que impidieron a Pedrosa pelear por la victoria ("tenía el ritmo de Stoner", lamentó el catalán) o por la segunda plaza, que acabaría arrebatándole Lorenzo, no se produjeron en los primeros ensayos de Malasia, ni siquiera dos semanas después, en Qatar. Lo que en principio, a inicios de pretemporada, pensaron que era "una falta de ejercicio", se ha convertido ya en una seria preocupación.

La clavícula izquierda del campeón es recta por culpa de tanta placa y tornillo como le han puesto para soldar sus diversas fracturas. No es cóncava o ligeramente curva, como la de todo el mundo y eso, al parecer, dificulta el trabajo correcto de la muscultatura del piloto.

Visita a los médicos

Pedrosa visitará esta semana a los médicos de la Dexeus e intentará saber si sus problemas son de falta de ejercicio, de inactividad, de demasiado esfuerzo en Qatar o se trata de una lesión de la que debe preocuparse y sanar cuanto antes pues, dentro de 13 días, se vuelve a correr en Jerez. Ahora que Honda le ha ofrecido, por fin, la moto soñada, ahora que creía haber vivido la mejor y más saludable pretemporada de su vida, resurgen de pronto dolores antiguos, malestares que creía superados.

Y en el seno del equipo no son ajenos a los problemas. Todos siguen confiando en Pedrosa pero, al mismo tiempo, recelan de sus lesiones.