Rafael Carrillo, entrenador del Lucena, afirmó ayer que "la permanencia está conseguida, porque con 45 puntos estamos salvados definitivamente". Y es que, "estadísticamente, hace muchos años que no se llega a ese número" y "le llevamos 13 puntos al Betis B --que ocupa el puesto de promoción de descenso-- y aún nos tenemos que enfrentar a ellos".

Una vez logrado el objetivo a falta de ocho jornadas para el final del campeonato, el técnico solo se plantea "pensar exclusivamente en el próximo partido". Y ese será ante el Cádiz en el Ramón de Carranza. "Es un choque importante, porque vamos a jugar ante un gran equipo con la ilusión intacta; sabemos que nos vamos a encontrar un equipo herido --acumula dos derrotas consecutivas-- e intentaremos aprovecharnos".

El técnico cordobés se dirigió a los seguidores celestes por los pitos que se escucharon en algunos momentos de la segunda mitad. "A los aficionados, que siempre exigen más, les quiero decir que nosotros también queremos el máximo, pero la Segunda B es una categoría muy difícil. Vamos a intentar seguir creciendo porque tenemos un proyecto a largo plazo".

LA CARENCIA El preparador del Lucena también recordó que si no se acierta demasiado de cara a gol es porque "somos un equipo humilde, que no puede pagar delanteros que promedien 15 o 20 goles, pero sí podemos tener jugadores muy honrados, muy sacrificados y muy comprometidos. Tenemos una carencia y se ha puesto de manifiesto". Por último, explicó que "quizá tenemos el centro del campo más veterano de la categoría y llevamos mes y medio dosificando los descansos".