Decía Mourinho unas semanas atrás que si no tenía perro tendría que cazar con gato. El perro era el nueve que tanto reclamaba y el gato, un Benzema del que no se fiaba. Y es que el delantero francés acabó la primera vuelta con un triste gol en su casillero. Pero ya se sabe que los gatos tienen siete vidas. Diez goles en los últimos ocho partidos lo demuestran.

Si en la primera vuelta el Madrid se aferraba a los goles de Cristiano Ronaldo para no despegarse del Barça, en esta segunda vuelta el equipo blanco vive del acierto de Benzema, pichichi en esta segunda mitad de campeonato con nueve tantos.