Hasta aquí hemos llegado. La enésima insinuación de trapicheos acabará en el juzgado. Con un golpe de indignación y de orgullo sobre la mesa, el Barça ha decidido llevar a los tribunales a la Cadena Cope y al periodista que aludió a prácticas de dopaje en el primer equipo azulgrana, inducido, presunta e indirectamente, según afirmó, por las sospechas que tenía el Real Madrid, y el deseo del club blanco de pedir a la Federación Española un endurecimiento de los controles antidopaje.

El Barça no se dio por satisfecho por la nota oficial ni por las explicaciones del periodista, Juan Antonio Alcalá, que pidieron disculpas el martes y afirmaron que no dudaban de los éxitos del club azulgrana. Ni del Valencia, al que vinculaban también en prácticas de dopaje. El Barça aceptó, sin embargo, las explicaciones de Florentino Pérez. El presidente blanco llamó ayer por la mañana a Sandro Rosell para explicarle que el Madrid no tenía nada que ver con la filtración. El periodista defiende que un miembro del club le había insinuado las sospechas madridistas.

SILENCIO COMPLICE "No tenemos ningún motivo para no creer al presidente del Madrid", dijo Toni Freixa, el portavoz de la directiva azulgrana. Tal vez le crean. Pero no le reconocen la deportividad que cabría esperar del máximo dirigente del Madrid, que ha tolerado, en un silencio cómplice, las anteriores acusaciones sobre la presunta ayuda de los árbitros o los hipotéticos beneficios que obtiene el Barça de los programadores de televisión formuladas por José Mourinho, su entrenador, y principal portavoz del Madrid.

La última sombra de sospecha partió de la Cope . La respuesta del Barça ha sido inmediata. Las explicaciones no han sido suficientes ni satisfactorias. Al contrario que la constante letanía de Mourinho, a quien Pep Guardiola nunca ha contestado, el club anunció que demandará a la emisora. "Con independencia de que se produzca esa rectificación que reclamamos desde el lunes a través de un burofax", aseguró Freixa.

El Barça presentará en un juzgado de Barcelona una demanda de protección al derecho al honor y reclamará daños y perjuicios a los responsables de la difamación. Es decir, a la emisora y al periodista. El Valencia todavía estudiaba la interposición de una demanda judicial. "Esta teoría no se puede aguantar, es una manera de justificar sus fracasos. Es propia de quien hace grandes inversiones y no gana", dijo David Albelda.

MOURINHO NO ENTIENDE Mourinho quiso desmarcarse de la acusación de dopaje al Barça con una frase sin sentido. "No entiendo lo que dices, no lo quiero entender y tengo rabia de los que lo entienden", respondió a un periodista. Huyó de esa trifulca, pero azuzó el resquemor azulgrana al aludir, de nuevo, a la eliminación del Barça del año pasado con el Inter de Milán.

Tal vez duelan las frecuentes alusiones despectivas de Mourinho, pero quien irá al juzgado será Alcalá y la Cope . "Por el grave atentado a la reputación y al buen nombre del Barcelona, de sus deportistas y sus médicos", explicó Freixa. En la información de la cadena, además de insinuar práctica de dopaje, el periodista hablaba de "médicos de dudosa reputación" que colaboraban con el Barça. "Esto no puede quedar impune, el daño ya está hecho", añadió Freixa. Algunas agencias internacionales difundieron la información y la nota azulgrana. Una televisión italiana montó un debate con expertos a raíz de la acusación contra el club azulgrana.

PARTE DEL "ENTORNO" La decisión de recurrir a la justicia ordinaria no ha partido de Guardiola, sino de la junta. El técnico ha optado por permanecer al margen, fiel a su filosofía de centrar toda su atención en la preparación deportiva. "Estos comentarios forman parte de lo que llamamos entorno del fútbol", opinó Andoni Zubizarreta, el director deportivo. El Barça seguirá igual de motivado que si no se hubiera efectuado esa alusión insidiosa y no tendrá relación con el rendimiento del equipo, garantizó. "Los deportistas hemos aprendido que las excusas no valen. Me lo enseñó Iríbar. Dar excusas es perder fuerza".