El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, aseguró ayer que "el fútbol español está absolutamente limpio" de dopaje y que "hay una serie de controles que se realizan con absoluta normalidad que siguen las pautas que marcan UEFA y FIFA". "A mí no me ha llegado ninguna queja sobre los controles. En España nos hemos tomado muy en serio la asignatura de la lucha contra el dopaje", rechazando que el Real Madrid haya pedido una investigación.