Si algo sabe Florentino es medir los tiempos. El presidente es consciente de que su proyecto pasa por el encuentro del miércoles ante el Lyón, un equipo al que los blancos nunca han ganado. Cuatro días antes de esa cita, el dirigente blanco le ha dado el bastón de mando a Mourinho en un intento de cerrar el grifo de las críticas hacia el técnico portugués que gotea desde hace tiempo en el club.

Todos han captado el mensaje. También Jorge Valdano, por supuesto, que se apresuró a decir: "El presidente ha respaldado a Mourinho y las palabras del presidente no se matizan, van a misa". El golpe de efecto de Florentino ha llegado en el momento justo. Tildar de madridismo todo lo que hace y dice Mourinho supone una afirmación comprometida, pero todo sea enterrar el pasado más reciente en la competición europea. El Madrid se juega la temporada ante el Lyón. Nadie quiere pensar en un séptimo año consecutivo sin pasar de octavos. Sería un fracaso, eso sí, con precedentes porque los franceses ya lo dejaron en la cuneta el año pasado.

Entonces, todos daban por hecho el pase a cuartos, pese al 1-0 para los franceses en la ida. Algunos jugadores del Real Madrid hablaban de golear al Lyón en el Sabtiago Bernabéu. Eso provocó la respuesta de los futbolistas del club que preside Jean Michel Aulas. "El año pasado nos faltaron al respeto", declaró Cris, central brasileño y capitán del Lyón.

Mensaje comedido

Ahora, el mensaje ha cambiado. Tanto que el equipo francés aparece casi como un ogro. Valdano habla del Lyón como "un equipo serio y tácticamente complejo, por lo que hay que prepararse para sufrir" y el mensaje de los jugadores es más comedido. "Vamos a ir paso a paso y a no pensar en la final ni en nada de eso", asegura el meta Casillas, que confía en el Bernabéu de las grandes noches europeas.

Hasta el propio Mourinho no parece tenerlas todas consigo. No se sabe si es una de sus poses, pero de momento el portugués sitúa al conjunto francés casi en la cúspide. "Es un equipo muy bueno, con una gran experiencia y tradición en Champions. Tenemos que estar a tope. Cada partido que no ganas es un golpe fuerte y es obvio que no puedes ganar siempre. Alguna vez tienes que ser eliminado de la Champions. La clave será jugar con 12, es decir que el Bernabéu responda", aseguró el técnico portugués.

Ante una cita como la del miércoles, todo vale. La página web del club blanco recordaba ayer el registro de Mourinho en casa, donde ya suma 150 partidos sin perder en nueve años: 125 victorias y 25 empates. De momento, en el Bernabéu encadena 21 victorias en 21 partidos oficiales en esta temporada. También se aludía desde la página oficial a las grandes remontadas europeas en el Bernabéu.

A todo eso hay que unir el esperado efecto Ronaldo. El jugador portugués volverá el miércoles tras perderse los encuentros ante Racing y Hércules.

Reaparece Cristiano

Mourinho ya se ha encargado de minimizar el excelente juego de su equipo en El Sardinero sin el astro portugués. "Estamos haciendo de ese encuentro uno de otro mundo. Si alguien espera que vaya a olvidar lo que ha hecho hasta ahora o que ante el Lyón Cristiano esté en el banquillo porque juguemos mejor sin él, está equivocado", dijo.

La otra bala en la recámara del Madrid se llama Benzema. Desde que el delantero francés vio la larga y afilada sombra de Adebayor, se ha puesto las pilas. Sus números comienzan a ser importantes, tanto que se ha convertido en el mejor goleador de la segunda vuelta, con ocho tantos. Solo le supera Messi. Karim ya marcó en Lyón y provocó que Florentino rompiera el protocolo, algo que no le importaría repetir el miércoles.