El Córdoba golpeaba, pero no lograba tumbar al rival. Arteaga y Agus a saque de córner probaban a Biel Ribas, pero fue Jonathan Sesma, quebrando por dos veces a Sito Castro en el área, quien provocaba que el lateral le hiciera penalti, transformado por el zurdo cordobesista. Bien le vendría al carpintero Alcaraz que la espinita del majorero sea la rama de un platanero canario y lo de ayer solo fuera el primer empujón para sacársela, porque ayer fue el más destacado del equipo mientras tuvo gasolina.

De ahí al descanso continuaba el intercambio de golpes, pero el Córdoba daba más fuerte y con más intención. Fernando Usero se comió la empanada y en el minuto 19 lanzaba al larguero. También lo probó Charles, fundamental en la primera línea de presión junto a Pepe Díaz y cuya velocidad agradeció el equipo. El brasileño, siempre ofreciéndose e intentando tirar paredes con sus compañeros confirmó que puede ser un buril más que válido para lo que pretende su técnico, que a buen seguro tendrá la talla de madera en la cabeza, pero que es consciente de que solo está precisamente ahí.

La única pega hasta el descanso y en gran parte de la segunda mitad fue la falta de sitio para estar en los rechaces. Cuando Alberto Aguilar y Fernando Usero no llegaban, tampoco la suerte ayudaba. Ello provocaba que el Salamanca jugara casi tres cuartas partes del partido a la contra, en casa y ante el Córdoba. Podría argumentarse aquello que hizo popular Luis Aragonés con la teoría de la manta, pero en un inicio liguero sería temerario, máxime cuando se comprobó el estado físico al que llegó el equipo en ese último cuarto.

Precisamente por esto último, Lucas Alcaraz, que es consciente de que el año pasado tenía un algarrobo (madera pesada y dura) y este un pino (más maleable, pero también más delicado), fue intentando dar más consistencia a su equipo y dio entrada a Jorge Luque por Usero para intentar quedarse con el balón sin renunciar a mirar la puerta contraria y, viendo a Charles con calambres, dio entrada a Iñigo Díaz de Cerio para aprovechar esos minutos de rapidez y calidad del vasco.

El Salamanca no estaba mucho mejor que el Córdoba en lo que a condición física se refiere, por lo que apelaba continuamente a Brian Sarmiento, al que Gerardo permitió en exceso, y a los balones aéreos hacia un tanque llamado Marcos Márquez. El sevillano, incluso, dejó grogui por unos instantes a un pundonoroso Fuentes. Pero los argumentos de los locales se acababan y Oscar Cano dio entrada al ex blanquiverde Juanjo para ver, si a la desesperada y en el último resuello de Sarmiento, este podía conectar con alguno de los dos.

En el minuto 86, tras un jugadón, Arteaga disparó fuera por poco y en el 89 fue Marcos Márquez quien tocaba con delicadeza, raso, un centro de Sergio García que Navas atajó sin dificultad. El empate se dio por bueno por ambos equipos y ahí se acabo la historia.

Ni tanto ni tan calvo. El Córdoba comenzó ayer a escribir un libro de 41 capítulos y lo mejor que se puede decir de él es que al menos las primeras páginas que escribió son atractivas. De los que enganchan. Faltan nada menos que más de una cuarentena de capítulos para que el libro esté finalizado y guste. Luego, además, habrá que ponerle el título. Por lo pronto, el prólogo engancha.

El balance general, en cuanto a las individualidades, se puede considerar como bueno pero con excepciones, aunque aún falta mucho trabajo en el entendimiento del equipo

Al menos en este primer partido Jonathan Sesma asumió la responsabilidad de tirar del grupo mientras termina de acoplarse; el majorero rayó a gran nivel hasta que el físico le dejó

FICHA TÉCNICA

Salamanca: Biel Ribas, Sito Castro, Moratón, Goikoetxea, Miguel García (min. 53, Perico), Héctor Yuste, Kike (min. 86, Sergio García), Sarmiento, Quique Martín (min. 77, Juanjo) y Marcos Márquez.

Córdoba: Raúl Navas, Gerardo, Alberto, Agus, Fuentes, Arteaga, Usero (min. 71, Luque), Richi, Jonathan Sesma (min. 80, Callejón), Pepe Díaz y Charles (min. 65, Díaz de Cerio).

Goles: 1-0, m.3: Miguel García. 1-1, m.17: Jonathan Sesma, de penalti.

Árbitro: Ocón Arráiz (colegio riojano). Amonestó a Héctor Yuste, por el Salamanca; Richi, a Charles, Gerardo y Fuentes, por el Córdoba.