En la tarde del pasado viernes, la idea predominante en las oficinas de El Arcángel era que con la incorporación de Iñigo Díaz de Cerio y Juanmi Callejón el capítulo de fichajes quedaría cerrado. Ni pivote ni central. Para la medular, Lucas Alcaraz cree que con Jorge Luque, Fernando Usero, Yago Beobide y Alberto Aguilar la zona está más que cubierta. Además, haría alternar al benamejicense tanto en el mediocampo como en el centro de la defensa, en función de las bajas temporales en esa zona, algo que ya hizo la temporada pasada con el pacense Jesús Rueda.

Incluso, al técnico blanquiverde le agradó la condición de Fran Cruz, a pesar de su lógica bisoñez, pero no descartaba en absoluto tirar del canterano si fuera necesario. Por ello, el más perjudicado con este planteamiento era, curiosamente, Mikel Dañobeitia. El vasco veía cómo la llegada de Callejón le dejaba sin opción para las bandas. De hecho, Alcaraz le alineó en Puertollano como segundo punta, algo que también hizo en los entrenamientos semanales como un aviso claro de que no contaba con él.

En función del diagnóstico sobre la lesión de Gaspar y las decisiones posteriores que se tomen la política para la última incorporación sufriría un cambio sustancial. Incluso, que en lugar de uno lleguen dos futbolistas más. En todo caso, la economía será la que decida. El esfuerzo ha sido importante y el número de socios debe crecer.