Cinco de cinco. Dos días después de barrer a Eslovenia en Vitoria (88-68), los campeones de Europa y del mundo volvieron a superar al cuadro balcánico en Ljubljana en el quinto partido de preparación cara al Mundial de Turquía. Tras haber cosechado con comodidad las anteriores cuatro victorias, una España poco inspirada tuvo que sufrir y tirar de carácter para llevarse, en la prórroga (72-79), un encuentro tan duro como emocionante.

El revolcón del Buesa Arena había dejado picados en el orgullo a los eslovenos, que salieron muy agresivos, especialmente en defensa. Igual que ocurrió en el encuentro anterior, España empezó muy fría y esta vez no pudo colgarse en las anchas espaldas de Marc Gasol para voltear enseguida el marcador. El técnico rival, Memi Becirovic, había tomado nota del estropicio que les había hecho en la pintura y por eso tiró de zona para ahogar al pívot de los Grizzlies. Vidmar, muy activo en los primeros minutos y un incordio constante en la zona, y Becirovic (máximo anotador del encuentro con 17 puntos) dispararon a los locales.

Fue de la mano de San Emeterio y de Suárez (los dos aspirantes a la última plaza para Turquía) y de una mejora defensiva, como el conjunto de Scariolo empezó a carburar, aunque no lo suficiente para lograr despegarse de un contrincante que no permitía correr.

Fue necesaria una prórroga. Ahí España demostró su espíritu ganador. Marc Gasol y Rudy tiraron de galones para decantar la balanza frente a un equipo esloveno que era consciente de que su oportunidad de doblegar a los campeones del mundo y continentales ya había pasado.