Un feriante sin camiseta, parapetado tras unas gafas de sol, sentado en una silla de camping, con un cigarro en la mano. Esa era la figura humana más cercana a las taquillas de El Arcángel a eso de las diez de la mañana de ayer. Desde luego, no tenía mucha intención de adquirir entradas para el choque que el sábado enfrentará al Córdoba y al Cartagena. Tampoco la afición blanquiverde parece muy predispuesta. No hay ambiente de partido grande, no se palpa ese sabor de las citas importantes, las que marcan una temporada. Por mucho que los jugadores blanquiverdes se empeñen en arengar a sus aficionados. "Hay que estar cogidos de la mano, que sean conscientes de que nos jugamos la categoría; que no piensen que estamos salvados", recordaba Raúl Navas. El guardameta, que ayer reaparecía en los entrenamientos tras su lesión en el dedo --sesión que se perdió Juanjo al sufrir un esguince de grado uno-- y que aprovechó para apuntarse al choque -"si yo fuera Alcaraz, me pondría"-, quiso hacer un análisis global más allá de la última mala racha del equipo. "Igual no teníamos capacidad para estar más arriba y en muchas ocasiones hemos estado incluso por encima de nuestro nivel". En definitiva: "El equipo está donde tiene que estar".

Es paradójico que en la temporada más relajada que se recuerda en el Córdoba se hable de ansiedad. "Ansiedad por superar la barrera de los cincuenta puntos", desvela Navas. "El entorno está muy pendiente de los rivales, de lo que hace el Cádiz, el Real Unión... y eso es un error; te mete mierda en la cabeza".

Lo que los socios tienen instalado en su cabeza es la última racha de su equipo que, si bien es cierto que en casa rinde a la perfección, lo está empañando con tristes actuaciones a domicilio. Que tres de los últimos cuatro choques hayan sido lejos de El Arcángel propició que el empate ante el Recreativo instalara el desencanto en la parroquia blanquiverde. A eso hay que sumar que desde el mes de marzo, con doce jornadas disputadas desde entonces, el conjunto de Lucas Alcaraz ha sumado sólo cuatro victorias -Gimnástic, Numancia, Real Sociedad y Levante- y 14 puntos de 36 posibles. El poco entusiasmo que muestra y que se ve reflejado en las taquillas del estadio puede que esté acompañado de relajación. Y esto es lo que quiere evitar la plantilla a toda costa. "Porque la relajación se contagia y no es buena", asevera Navas.