Los aires que corren por El Arcángel se han vuelto un tanto enrarecidos, tanto en lo deportivo como en lo institucional, lo que ha desembocado inesperadamente en un futuro incierto en ambas vertientes.

La derrota en Albacete, unida al triunfo del Cádiz sobre el Murcia; la victoria del Real Unión ante el Numancia y el empate del Salamanca en Vallecas han dejado a los de Lucas Alcaraz a tan solo seis puntos del descenso, que marcan los irundarras, visitantes del coliseo ribereño dentro de tres semanas. Desde la jornada 28, a mediados de marzo, el conjunto blanquiverde no se encontraba a seis puntos de la zona fatídica. A partir de ahí, el Córdoba vivió una fiesta con victorias ante la Real Sociedad, Numancia y Levante (entre otros) y también padeció duelos y quebrantos. Los de Alcaraz llevan una paupérrima racha que se ha saldado con la obtención de un punto sobre los últimos 12 disputados. Y todo ello en un momento cumbre de la temporada. Los blanquiverdes están enseñando la yugular a los rivales y el mordisco puede ser mortal de necesidad si no se remedia cuanto antes, esto es, el próximo sábado contra todo un Cartagena. El Arcángel, se diga lo que se diga, vivirá un ambiente de final.

PAISAJE TRAS LA INTERVENCION Pero si en lo deportivo el panorama se ha tornado gris, en lo que concierne a lo institucional los nubarrones son de los que presagian tormenta tras la sorpresiva intervención de Cajasur por el Banco de España, tras no haberse llevado a término su fusión con Unicaja (ver Tema del Día en la edición de hoy de este periódico).

El club tenía un acuerdo con ambas cajas mediante el cual percibiría como adelanto el importe del patrocinio de los dos próximos años (1,2 millones de euros, aproximadamente) así como otros dos millones a través de una operación con el máximo accionista. El presupuesto el año próximo se elevaría de esa manera hasta los nueve millones, aproximadamente, y con un objetivo claro: luchar por el ascenso. La intervención ha dado al traste con la estabilidad del club, que baraja cuatro difíciles opciones.

La primera, la venta antes del 30 de junio, lo cual quiere decir que tendría que aparecer un comprador en apenas dos semanas, cosa harto improbable.

La segunda, que los administradores judiciales de Cajasur respeten el acuerdo inicial con el club, algo que desde el Córdoba CF se cree complicado, según ha podido constatar este periódico con fuentes de la entidad blanquiverde. La tercera, obtener el dinero para la subsistencia del club a través de otra entidad financiera, para lo cual ya hace algún tiempo que se ha tanteado a Cajasol. No es un camino cerrado del todo, pero sí con muchísimas dificultades.

La cuarta y última, acudir a la Ley Concursal. Es el recurso extremo que le queda al Córdoba para proseguir su camino en Segunda A. Siempre y cuando acompañe la estabilidad en lo deportivo.