No han pasado ni 48 horas desde que el Barça de Guardiola festejaba su segunda Liga consecutiva en el Camp Nou y ya ha llegado el primer fichaje del nuevo proyecto azulgrana: el delantero David Villa, del Valencia. El campeón ha protagonizado un villarato de verdad, contratando al goleador que quiso el Madrid hace un año. El Barça no ha oficializado aún esa contratación, con una inversión de 40 millones de euros más variables por premios. Villa será el segundo traspaso más caro de la historia del club, solo superado por el de Ibrahimovic cifrado en 66 millones (46 al Inter y los 20 en que se valoró la cesión de Etoo).

El acuerdo entre el Barça y Villa es total. El delantero firmaría por cuatro temporadas (hasta el 2014) y cobraría seis millones de euros, integrado en la escala salarial de las grandes estrellas de la plantilla, solo superado por Messi e Ibra. "Estamos ultimando el acuerdo", confirmó el presidente azulgrana Joan Laporta, quien espera la llamada de su colega Manuel Llorente, del Valencia, para hacer público el traspaso. Si se concretan esos detalles, la noticia sería esta misma tarde y Villa podría ser presentado incluso mañana, antes de incorporarse el próximo lunes a la concentración de la selección para preparar el Mundial.

El fichaje de Villa no implica la venta automática de Ibrahimovic. Para Guardiola, la contratación del asturiano, que se ha consagrado como uno de los delanteros más eficaces del fútbol español en el último lustro, era primordial para suplir a Henry. El francés, que ya tiene un acuerdo con el Red Bulls de Nueva York, tal y como avanzó este diario el pasado sábado, deja un puesto vacío en el ataque del Barça. Y con la inmimente llegada de Villa, el técnico tiene al goleador contrastado que ha reclamado.

Ibrahimovic, cuyo contrato con el club azulgrana expira en el 2014, tiene muy complicada su salida del Camp Nou por dos razones. La primera es la elevada inversión que realizó el club hace apenas un año (66 millones de euros) y la segunda son los escasos destinos que satisfacerían, tanto deportiva como económicamente, al sueco. Tras cinco años en Italia, tan solo le queda el mercado inglés para acogerlo: Manchester United y Chelsea son los únicos que podrían asumir su ficha.

"NUEVOS RETOS" Con Henry camino de Estados Unidos e Ibra debatiendo sobre su futuro -el Barça niega haberle puesto en venta-, Villa agota sus últimas horas en Valencia, preparando ilusionado las maletas para volver a Barcelona. Hace una semana compartió un acto publicitario con Messi. Ahora regresará para llevar el siete azulgrana, un número que curiosamente no ha lucido ningún jugador esta temporada. El último que lo llevó fue Gudjohnsen. "En la vida siempre hay que marcarse nuevos retos", dijo ayer el Guaje despidiéndose de Mestalla.

LAS ELECCIONES La contienda electoral a la presidencia del Barça vivió ayer una intensa jornada de reacciones entre los precandidatos a raíz de la encuesta publicada por este periódico según la cual Sandro Rosell se consolida como el favorito a suceder a Laporta al aglutinar el deseo de cambio del 54,8% de los socios. La respuesta más contundente llegó de la presidencia. "Rosell encarna una candidatura que pone en riesgo el modelo del club", dijo Laporta.