Albergaba grandes esperanzas la afición cordobesista para el partido de ayer. La victoria en Irún había levantado una moral mermada tras la derrota casera ante el Albacete antes de Navidad y el frustrado regreso ante el Rayo Vallecano hace dos semanas. Por eso, durante la semana, desde el propio club y la masa social se emitía un mensaje de ilusión que llegaba bajo el lema "Objetivo: 30 puntos". Porque alcanzar ese umbral con otros dos encuentros en casa por delante significaba mucho para todos. Encarar la segunda vuelta multiplicando las posibilidades.

No fue así y el aficionado vio cómo el objetivo se malograba, abortado por un empate ante un Castellón aplicado bajo las deshonrosas máximas de la categoría de plata. La tarde se manifestó, pues, como un proceso que fue de más a menos. Porque las expectativas se graduaron en una cita en el lugar sagrado del cordobesismo: la plaza de las Tendillas. De allí partió la marcha blanquiverde, que tenía que recorrer las vías del centro de la ciudad mostrando devoción por el equipo. Por las calles Claudio Marcelo y San Fernando, y la Ribera podían escucharse los coloridos cánticos de la fiel hinchada.

Un rato después arribó la marcha hasta el estadio, donde se acrecentó un poco más, ya que el club decidió para este partido bajar a la mitad el precio habitual de las entradas. En el interior de El Arcángel, el ambiente estaba cargado y preparado para iniciar el 2010 futbolístico en Córdoba.

La nieve del duelo aplazado había dejado con ganas al público, pero también al nadador Rafa Muñoz. El plusmarquista mundial de 50 metros mariposa tenía que haber realizado el saque de honor en aquel encuentro, pero tuvo que esperar a éste para cumplir su misión ataviado con la elástica blanquiervede.

Esta vez no hubo copos, pero sí un cielo congestionado, gris como el desarrollo del partido. Y ante tanta insipidez, que terminó cuajando en forma de empate a cero, los aficionados decidieron acordarse del próximo rival, al que se espera con impaciencia. El incumplimiento por parte del Betis del pacto entre equipos andaluces respecto a la venta de entradas en la primera jornada no ha sido olvidado a este lado del Guadalquivir. Así, los más incontenibles clamaron un "¡60 euros, al Betis 60 euros...!", que pedía una tasa más alta para los hispalenses que quieran acceder a El Arcángel el próximo domingo.

Quizá, con el Betis en el horizonte, se perdió la atención en lo que estaba sucediendo sobre el césped hasta los minutos finales, cuando se solicitaba la entrada de Lizio. Pero ni el Messi blanquiverde quitó espesor a la jornada, de modo que el peldaño psicológico de los 30 puntos no se conquistó y habrá que esperar una semana para ver si se consuma el objetivo y, por qué no, si se empieza a forjar el siguiente.

La afición se acordó de que los hispalenses incumplieron el pacto respecto a la venta de entradas entre equipos andaluces y pidieron una tasa más alta para los que quieran animar al próximo visitante.