Las piezas del puzzle, como calificó José Javier Zubillaga este mercado invernal de fichajes, se mueven a un ritmo tan alto que es difícil predecir lo que pasará hoy. Lo que sí está quedando claro es que en esa búsqueda que emprendió el Córdoba en busca de un delantero de garantías para la segunda vuelta del campeonato las opciones se han reducido a dos nombres: Kepa y David Rodríguez. Y quizá en este punto de las negociaciones lo menos importante sea el orden de preferencia del club respecto a ambos.

Sobre todo porque está en manos de los futbolistas. El acuerdo existente tanto con Getafe, por el marbellí, como con el Almería, por el talaverano, según fuentes de la entidad blanquiverde, es total, por lo que solo queda esperar la decisión de los jugadores.

En primer lugar, Kepa ya mira a Málaga, aunque la complicidad no es mutua. En el paseo de Martiricos, es la opción más segura pero la menos válida para la dirección deportiva. De hecho, el club blanquiazul baraja y sigue tras la pista de otras alternativas para evitar de todos modos tener que fichar a un jugador que prácticamente no ha jugado nada en los últimos años.

Los escollos para que la operación llegue a buen puerto también son importantes. El principal es el económico. El Málaga ha hecho una oferta a la baja para conseguir su cesión, pero el Getafe insiste en una cifra superior a los 300.000 euros totalmente inasumible para la entidad que preside Fernando Sanz. Además, las relaciones entre ambos clubs son tensas por la cesión frustrada de Miku a la entidad malagueña.

El acuerdo entre el Córdoba y el Getafe es total, pero el delantero no está dispuesto a aceptar la oferta blanquiverde sin agotar antes su opción de jugar en Primera División. Pero en El Arcángel tampoco tienen prisa.

En este paisaje tan complicado, emerge David Rodríguez como elemento de presión a Kepa y solución viable a los problemas que ve Lucas Alcaraz en su equipo. El técnico cordobesista se ha puesto en contacto con el futbolista y el Córdoba también ha hecho su trabajo llegando a un acuerdo con el Almería.

La situación es parecida a la de Kepa pero con ciertos matices importantes. Lillo no cuenta con él, no quiere jugar en Segunda División A y, de momento, no ha encontrado un destino en Primera. Sin embargo, en su contrato figura una cláusula por la cual el Almería puede cederlo al club que estime oportuno para su progresión.

El lunes es el día elegido para forzar a Rodríguez a que dé una respuesta. Posiblemente espere hasta el día del cierre del mercado. Igual que el Córdoba. Son ellos o nadie.