El culebrón de Congo estuvo presente en el entorno del club cordobesista durante tres periodos diferentes. En ninguno de ellos se fraguó el enlace y el colombiano toreó al Córdoba --a la par que a media categoría de Segunda División A-- para intentar ganar dinero con las especulaciones.

Todo comenzó en el verano del 2003. Las relaciones de Miguel Angel Portugal con el Real Madrid pusieron la línea directa entre el club blanquiverde y el conjunto blanco. Incluso el director deportivo llegó a decir en julio de aquel año que "no hay que desesperarse". Pues era el principio de un coqueteo que calentó a la afición cordobesista. El delantero siempre pedía un poco más de plazo para contestar. Entre tanto, a mediados de ese mes de julio, jugadores como Platero y López Ramos instaron al club a fichar, ya que la plantilla era muy corta. Finalmente, Congo utilizó al Córdoba para incrementar su ficha con el Levante, club donde recaló y casi ni jugó.

Posteriormente, en el verano del 2007 se volvieron a retomar las negociaciones. El agente del futbolista, hábil, aunque Congo no destacó en ningún club, volvió a especular. Allá donde iba decía que clubs como el Córdoba, Poli Ejido o Granada 74 le daban cifras astronómicas de dinero. Así lo confirmaron los medios asturianos, ya que el Sporting de Gijón anduvo detrás de él también. Finalmente se fue al Recreativo.

El tercer capítulo del culebrón llegó en el mercado de fichajes del 2008. Paco Jémez quería un nueve y preguntó por Congo y Rosu. Y de nuevo el colombiano volvió a sacar el capote. Además, en el Córdoba ya sabían de su pasado, ya que en ningún equipo tuvo continuidad y siempre tuvo multitud de lesiones, por lo que cesó en su empeño. ¿Qué será en esta ocasión?