El Real Madrid de Ettore Messina afronta el clásico ante el Barcelona con la intención de reivindicar su competitividad y dejar claro que sus dos últimas derrotas en la Liga fueron circunstanciales. Con la ausencia por lesión de Sergio Llull y la del reciente fichaje, el serbio Marko Jaric, que no ha tenido tiempo material de coger la forma ni de aprender las tácticas ni jugadas del equipo, el Real Madrid quiere seguir estando invicto en Vistalegre, en donde no ha perdido en los últimos catorce partidos que ha disputado.

Precisamente fue el Barcelona el equipo que por última vez salió victorioso del coso madrileño, el pasado 18 de abril en la 31 jornada de la Liga anterior, al ganar por 76-79 hace ya ocho meses. Del clásico, después de 156 enfrentamientos en Liga, se pueden entresacar los datos que se quieran: que el balance de victorias en Madrid es favorable para los locales por 50-27, que el global también por 86-70, o que en los últimos diez enfrentamientos el Barcelona ganó seis de ellos.

Pero lo realmente cierto es que estos partidos siempre tienen pluses añadidos a una rivalidad que hace que la competitividad alcance grandes cotas, pese a que, como es el caso, no haya demasiado en juego.

El Real Madrid, aunque gane, no recuperará el liderato de la clasificación por la mejor diferencia de puntos anotados y recibidos del Barcelona, pero si pierde se abriría una brecha de dos victorias a favor de los azulgranas, difícil de contrarrestar. En una Liga en la que Barcelona y Madrid dominan con cierta ventaja sobre el resto, cualquier enfrentamiento es casi vital y válido para ese momento y para los próximos choques.

El Barcelona derrotó a los blancos por 89-76 en el torneo StagePro de Reus, mientras que en la final de la Supercopa, el Barcelona sumó un segundo triunfo, esta vez por 86-82.

Una tercera victoria azulgrana decantaría las opiniones divididas respecto a qué equipo cuenta con mejor plantilla, mientras que la victoria local avivaría las ascuas de unos pronósticos que sitúan a los dos protagonistas en la lucha por el título de Liga y de la competición continental.

Con cinco campeones continentales en la nómina de los dos equipos, Garbajosa, Llull, Reyes, Navarro y Rubio, y muchos de los mejores jugadores de Europa en pista con Mickeal, Morris, N´Dong, Lorbek, Lavrinovic, Bullock, Prigioni y Velickovic, entre otros, el interés y el espectáculo están asegurados.

Los jugadores del Real Madrid serán llevados en volandas por una afición que llenará Vistalegre y fabricará un gran ambiente para favorecer la victorias.