El consejo de administración que se celebró anoche en el fondo norte de El Arcángel sirvió, principalmente, para certificar el cambio en el modelo de gestión del Córdoba CF en los años venideros, ya que entre otros asuntos, aprobó el relevo en la presidencia de la Fundación de la entidad. José Miguel Salinas tomó ayer el mando del Patronato, que se convertirá en "un instrumento para la solución de la crisis financiera del club", según declaró el propio mandatario a la conclusión del consejo.

La Fundación, que al ser una entidad sin ánimo de lucro disfruta una fiscalidad especial, se pondrá a trabajar desde hoy para solventar los problemas económicos del Córdoba. Bajo ese objetivo tendrá que recepcionar en primera instancia los terrenos de Las Quemadas para que se conviertan en el primer patrimonio de la entidad en décadas. Un patrimonio que servirá para acudir a una entidad financiera (Cajasur, según declaraciones del presidente) para, mediante un préstamo, convertir la deuda a corto y medio, en deuda a largo plazo. Pero no serán solo las actuaciones las que marcarán el futuro blanquiverde. Salinas recordó que "hay que cambiar el modelo de gestión" del club. Y puso un ejemplo muy claro: "No podemos pedir un préstamo y al siguiente año tener un déficit de otros tres millones de euros". Ya que los gastos no se pueden contener más, José Miguel Salinas indicó que el futuro inmediato pasa por la venta de jugadores a final de temporada. No lanzó el mensaje en forma de idea, sino como una realidad palpable. Tras el consejo, Salinas estuvo reunido con Zubillaga por espacio de media hora. "Ya hemos empezado a trabajar en el mercado y tenemos ciertas esperanzas de poder tener respuesta en este asunto cuando termine esta temporada".

El cambio en el modelo de gestión llegaría hasta convertir al Córdoba en un club vendedor. En junio se podrá comprobar.