En una ascensión prodigiosa, Leo Messi, la Pulga, ha ido dando saltos, cada vez más grandes, hasta colocarse en la cima del fútbol mundial. Hoy será portada de la revista France Football coronado como el número uno y Balón de Oro, mientras el FIFA World Player le espera el próximo 21 de diciembre en Zúrich, de vuelta de Abu Dabi, donde el Barça intentará conquistar el único título que le falta en su museo. Será el diciembre de la consagración de Messi, quien a sus 22 años destrona a Ronaldo y se convierte en el primer futbolista argentino que besa ese balón dorado. Además, con 473 votos de 480 posibles, ha dejado al madridista a una distancia de 240 votos, la máxima diferencia de la historia del galardón.

A su lado, en el podio de los mejores del mundo también hay lugar para Xavi, que, con 170 votos, ocupa la tercera posición en la lista de jugadores más votados por los corresponsales de la prestigiosa revista francesa, seguido del también azulgrana Andrés Iniesta, con 149 votos. Y todo, un par de días después de que el clásico demostrara la hegemonía del Barça no solo en títulos (5-0 al Madrid en esta última temporada) sino en la actual Liga porque el equipo de Guardiola ha reconquistado el liderato. Detrás de este cuarteto quedan Etoo, por su temporada azulgrana (75 votos), Kaká (58), Ibrahimovic (50), Rooney (35), Drogba (33) y Gerrard (32).

Después del triplete, después de marcar 38 goles en 51 partidos oficiales en un curso prácticamente perfecto, Messi empieza a recolectar los premios individuales que le coronan como el número uno del planeta. Hace unos días ya obtuvo el Onze de Oro de la revista Onze y ahora se emparenta con los grandes al tener entre sus manos el Balón de Oro. Un privilegio que tuvo Ronaldinho en el 2005, el último que holló la cima con la camiseta azulgrana. Precisamente, la estrella que le tendió la mano a Messi cuando entró, siendo casi un niño (tenía 16 años), en el vestuario del Camp Nou.

VIAJE A PARÍS

La agenda de Messi está repleta, con tres partidos en una semana, dos de Liga (mañana el Xerez, el sábado toca el Deportivo) y uno decisivo de la Champions (el próximo miércoles en Kiev ante el Dinamo) para garantizarse el pase a los octavos de final. Hay muchos encuentros y varios actos extradeportivos, propios de su condición de nuevo número uno. Falta saber, por ejemplo, si Guardiola se lo lleva mañana a Andalucía para enfrentarse al colista o le da, en cambio, descanso. En Riazor sí que estará el argentino, quien después deberá ir el domingo a París para recoger el Balón de Oro. Será un viaje fugaz. Irá, recogerá la pelota dorada durante un programa de la televisión francesa y volverá, para volar el martes hacia Kiev.