Con marcador favorable en el primer cuarto de hora el Córdoba se maneja como pez en el agua. Nunca se desordena, no se descompone, se encuentra incluso cómodo cuando el rival tiene el manejo del partido, hasta cede algo de terreno, pero eso lo hace para matarte luego a la contra. Tras el dos a cero trabajó este aspecto a la perfección creando numerosas situaciones de gol. Estaba más cerca el tercero del Córdoba que el gol visitante. Como último aspecto a comentar es que se tiene la sensación de que todos los futbolistas aportan cosas buenas cuando saltan al terreno de juego desde el banco. Esa sensación de utilidad es muy importante para el buen funcionamiento del equipo ya que refuerza la autoestima de incluso el que participa menos, propicia el que no se baje el nivel en el trabajo semanal y contribuye al aumento del nivel competitivo del equipo.