El Pozoblanco se desinfla. Con el de ayer son ya cinco los partidos consecutivos en los que no gana y ello le ha llevado a sufrir una caída libre en la tabla. Ayer, el Alcalá no dio opción a los de Carrasco. Se gustó el equipo de Asián con un fútbol inteligente y una disposición táctica muy acertada, que no encontró respuesta en un Pozoblanco que cada vez que ataca se lía como un ovillo. Por el contrario, el Alcalá tradujo su dominio en gol en una acción de Platero, quien superó a Díaz con una vaselina que no pudo alcanzar el meta al encontrarse ligeramente adelantado. Una vez más, el Pozoblanco tendría que remar mucho para sacar algo positivo y más aún cuando Carrión hacía el segundo. El conjunto pozoalbense se perdía en individualidades y seguía sin encontrar un temporizador en mediocampo. El guión pudo cambiar de haber estado más acertado José Manuel. El Alcalá se permitió el lujo de echar una cabezadita en algunas fases del encuentro, aunque en otros momentos seguía insistiendo en ver de cerca a Díaz; Pulido disparó fuera y Winde dibujó una magnífica vaselina que sacó Díaz como pudo. Llegó la reacción pozoalbense, pero demasiado tarde. El canterano Fran amortiguó con el pecho un servicio de Bermúdez y tras regatear al meta marcó, demostrando que la defensa del Alcalá también es humana, pese a que llevaba ocho encuentros sin encajar un solo gol.