El partido del pasado sábado volvió a reafirmar que al menos en este primer cuarto de competición el Córdoba ha hallado el estilete que andaba buscando en las últimas campañas. Y lo ha hecho en donde menos se lo esperaba, probablemente.

Pepe Díaz ya ha entrado por derecho propio en el apartado de nombres a destacar y recordar en la historia del club blanquiverde, en donde han llegado a militar jugadores como Loreto, Quini, Manolo, Juan Carlos, Valentín, Pulpo González, Whelliton o Armentano, por mencionar a unos cuantos de las últimas dos décadas. La mayoría, delanteros que llegaron al Córdoba con la vitola de goleadores, seña ganada en los anteriores conjuntos en los que jugaron. Llegar al Córdoba y secarse la mecha era un todo.

Haciendo un repaso a la historia del club, en las primeras once jornadas de Liga solo cuatro jugadores habían anotado más goles que el de Almodóvar. De los cuatro, tres lo hicieron en categorías inferiores. En Tercera, en la temporada 1955/56, Uribarren había logrado 16 goles, mientras que en la 84/85, Mariano Mansilla sumaba once tantos en otras tantas jornadas. En la 2006/07, esta vez en Segunda B, Javi Moreno lograba ocho dianas en el mismo periodo de tiempo. Curiosamente, el único que supera al actual pichichi blanquiverde en la misma o superior categoría es otro cordobés: Manolín Cuesta, que en la temporada 1970/71, en Segunda División, llevaba un tanto más que Pepe Díaz.

Paralelismo tiene el de Almodóvar también con Bernardo Palacios, quien en la 59/60, en Segunda, igualaba la cifra del cuco . Curiosamente, 50 años después hay puntos comunes. Palacios era el primer cordobés que jugaba en el equipo en esa campaña y no marcó hasta la quinta jornada, ya que empezó como suplente.

Lo que ya nadie puede quitarle al actual 10 del Córdoba es su entronización en la historia del club cordobesista (su proyección es de 27 goles en la jornada 42), por lo que habrá que ir cambiándole el tratamiento: llámenle don José. Va ganando méritos para ello.