El guardameta camerunés Kameni fue el muro del RCD Espanyol en el que el Sevilla se estrelló ayer en casa, en un partido (0-0) con juego brillante de los sevillistas, pero en el que se mostraron ineficaces para batir a un meta inspirado.

Sevilla y Espanyol protagonizaron una entretenida primera parte, con mayor dominio de los sevillistas, que tuvieron a Jesús Navas su punta de lanza y el incordio y pesadilla constante para la zaga catalana. No obstante, pudo adelantarse el Espanyol, en el minuto 2, en un contragolpe protagonizado por Luis García que, tras un recorte, puso a prueba los reflejos de un Javi Varas que despejó el esférico con los pies.

Luego, en la segunda mitad, volvió a controlar el Sevilla ante un Espanyol con buenas maneras y bien posicionado, pero con escasa producción atacante. La salida a la cancha del canterano Diego Capel produjo efectos negativos para el Espanyol, porque en la primera jugada propició la expulsión del argentino Nico Pareja, por doble amarilla.

El Sevilla, con un jugador más, se volcó en ataque, pero no pudo superar a Kameni. Fue un equipo brillante, pero sin gol. Sin embargo, pudo sonar la flauta para el Espanyol en el ocaso del partido, en un contragolpe con cesión de De la Peña a Callejón, quien cruzó un poco más de lo preciso ante Javi Varas. Al final, reparto de puntos.