Fernando Torres y Andrés Iniesta volvieron a trabajar junto al resto de internacionales españoles, en la ciudad deportiva de Pyunik, en una sesión que completaron entera, salvo el partido final a mitad de campo, en el que Vicente Del Bosque tiene problemas para ensayar por la falta de efectivos. Después de confirmar en una resonancia magnética que Torres no sufre lesión anatómica pese a sus molestias en los adductores, su evolución positiva y la de Iniesta, se confirmó en el entrenamiento vespertino, el último en Armenia.

Aunque los dos siguen entre algodones y difícilmente Del Bosque pueda alinearlos de inicio mañana en Bosnia, dado que nada hay en juego para España ya clasificada al Mundial 2010, Torres e Iniesta volvieron a la dinámica de grupo.

Completaron al mismo ritmo que sus compañeros los minutos de carrera continua e incluso tocaron balón veinte minutos, en un ejercicio de toque y presión en los que no mostraron sentir molestias. Donde no participaron fue en el partido final. Se quedaron con Miñano, preparador físico, estirando y realizando ejercicios de abdominales sobre el propio terreno de juego.

El seleccionador español ha recibido la llamada de Cesc Fábregas. El estado de su familiar en estado crítico sigue siendo el mismo y si fuera necesario está dispuesto a jugar el miércoles en Bosnia. La poca importancia del encuentro provoca que Del Bosque no tenga pensado hacerle viajar desde Barcelona. Así, el seleccionador mantiene una duda principal en el equipo que alineará. Está en el centro del campo y todo dependerá de la evolución que Andrés Iniesta tenga hasta el encuentro.