El 8 de octubre de 1978 el Gimnástic de Tarragona visitaba por primera vez El Arcángel. Se disputaba la quinta jornada de la recién creada Segunda División B y los catalanes ya apuntaban, por lo que cuentan las crónicas, que eran uno de los candidatos al ascenso. Finalmente, la previsión se cumplió y lograron alcanzar la categoría de plata, aunque por poco tiempo. Solo la disfrutaron en la campaña 1979/80. En sus filas militaba Vicente Amigó, guardameta que al finalizar la 1978/79 fue fichado por el Barcelona, gracias a su gran temporada. Uno de los primeros partidos en los que destacó fue, precisamente, ese 8 de octubre a orillas del Guadalquivir. El Nástic se adelantó y dejó todo el terreno de juego a los blanquiverdes, entre los que había nombres como Burguete, Marín, Monzón, Rivero o Vinuesa. Hasta seis paradas de mérito del portero valenciano apuntaron los que presenciaron el encuentro. Al único que no pudo detener fue al capitán cordobesista en esa tarde, Pepe Escalante, que al filo del minuto 90 lanzó un disparo desde el borde del área al que Amigó no pudo responder.

Tres meses después, el Nástic jugó en Cáceres y los extremeños dispararon hasta 16 veces entre los tres palos. El técnico cacereño declaró que "Amigó será el guardameta de España en el Mundial 82". No fue para tanto, pero sí para que el Barcelona lo fichara, aunque solo jugó cinco partidos. Fue traspasado al Hércules y, posteriormente, al Lleida.

Ese primer empate parecía una premonición. En 10 enfrentamientos en El Arcángel, el Córdoba ha ganado seis, mientras que los otros cuatro han terminado en tablas. Lo peor para los blanquiverdes es que esos tres empates se han producido en las últimas visitas. A uno en la 2001/02, a dos en la 2007/08 y a cero en la pasada campaña.

Mirando los datos estadísticos, los inquilinos en los banquillos (Alcaraz y Ferrando) y el colegiado de la contienda (Hevia Obras), no sería descabellado pensar en un empate. La solidez del Córdoba en casa este año se enfrenta, además, a los buenos números del Nástic fuera, en donde ya ha ganado dos partidos. Buena prueba de fuego.