"Venga, que hay aquí mucha gente parada". Así comenzó Esaú Sánchez la preparación de la última sesión vespertina, penúltima táctica. Hoy por la mañana se prevé la última, antes de regresar a Córdoba. Al cansancio físico se le unió ayer el psíquico. Ya no había tantas charlas, ni tantas bromas. Después de los primeros ejercicios, Lucas Alcaraz, tan callado en principio como el plantel, dispuso dos equipos. El primer partidillo de la pretemporada, que se prolongó algo más de media hora. Por un lado, Ceballos, Herreros, David Lopes, Morcillo, Javi Flores, Carpintero, Arteaga, Curro y Asen. Enfrente, Troyano, Gaspar, Richi, Fuentes, Dañobeitia, Luque, Rueda, Vega, Fede y Díaz. Los tres porteros se rotaban.

El último conjunto ganó ampliamente al primero por varios goles, uno de ellos de bella factura a cargo de Pepe Díaz. El más activo, como siempre, Dañobeitia. El de Barakaldo es todo pundonor. Remata de cabeza y, en la jugada que sigue está robando el balón en la zona de medios.

Todo marchaba más o menos según el guión previsto y con un silencio atípico. Y, cómo no, el que lo rompió no podía ser otro que el técnico. "Vete José (Vega), que parecéis dos estacas ahí".

El partido iba subiendo en intensidad, tanta que Carpintero y Jorge Luque finalizaron el mismo con hielo. El primero en la rodilla y el segundo en un gemelo. No parece que revista gravedad ni una cosa ni la otra.

Lucas Alcaraz continuaba a lo suyo. "¿Estamos de broma o qué?". Algunos aficionados cordobesistas que presenciaban el partidillo reían con las ocurrencias del granadino y recalcaban su genio.

Dañobeitia también seguía a lo suyo, lo que aumentaba el trabajo de su par, Morcillo. El ex jugador del Valencia fue el blanco de las críticas de su técnico. "Joder, guardando la línea, Morcillo", le insistía una y otra vez el entrenador blanquiverde. El valenciano intentaba bascular con sus centrales según la posición del balón. "No tanto, no tanto". Pretendía sacar el balón y ahí estaba Lucas. "Más rápido, que vamos a tener que ponerte una silla". El técnico comenzaba ya a hacer algún que otro aspaviento, pero sin llegar a desesperarse.

Y ya casi al final, se le pudo escuchar decirle a Pierini: "Vente para acá, porque voy a reventar" . Y ahí que se puso el italiano con el lateral izquierdo que, se guramente, será el que más ganas tiene de que esto termine. Justamente hoy. El descanso vendrá bien a todos.