El Congreso de la Federación Internacional de Natación (FINA) decidió ayer en Roma prohibir el uso de bañadores que ayuden a aumentar la velocidad, la flotabilidad o la resistencia de los nadadores, a partir del 1 de enero del 2010. La FINA también restringirá las medidas de los bañadores y el uso de bandas terapéuticas sobre la piel de los nadadores. La polémica de los bañadores ha marcado a la natación internacional desde que en el 2008, la marca Speedo comercializara el LZR o Lazer. El año pasado se batieron más de un centenar de récords del mundo. En el 2009, la aparición del Jaked, fabricado en Italia, con mayor cantidad de material que ayudaba a la flotabilidad que el de Speedo, aumentó la polémica.