Como si de una premonición se tratara, la seleccionadora Anna Tarrés y sus pupilas escogieron el tema Stairway to Heaven (Escalera hacia el cielo) para coreografiar en el ejercicio de combo que les valió en Roma el primer oro logrado nunca en natación sincronizada por una representación española en unos Mundiales.

Las diez nadadoras que participaron en el ejercicio (Alba Cabello, Ona Carbonell, Raquel Corral, Margalida Crespi, Andrea Fuentes, Thais Henríquez, Paula Klamburg, Gemma Mengual, Gisela Morón e Irina Rodríguez) estuvieron simplemente magníficas. Así lo entendieron los jueces, que premiaron al equipo con una puntuación de 98.333, incluyendo cuatro puntuaciones de 9.9, que les valió para conquistar un oro que se estaba haciendo esperar demasiado. Pero el ejercicio no solo contó con la aprobación de los jueces, cuyo criterio a la hora de puntuar había generado críticas entre las integrantes del equipo español, sino que además se hizo con la con la complicidad del público presente en las graderías del Foro Itálico de Roma, que disfrutó con el clima creado por las españolas al ritmo de la famosa canción de Led Zeppelin.

Gemma Mengual, que ayer sí salió a la piscina tras no hacerlo en las preliminares, se mostró contenta a pesar del poco tiempo de que habían gozado para preparar la prueba. "Hemos estado bastante estresadas al final para acabarlo. Y la medalla recompensa ese esfuerzo".