Mucho se cuidaron los departamentos de márketing y comercial de que la liebre saltara, como ya ocurriera la pasada temporada. Y lo consiguieron. Ayer se presentó la nueva segunda equipación del equipo para la campaña 2009/2010. Y, cuanto menos, se puede decir que tenían razón cuando afirmaban que sería "revolucionaria".

Y, claro, Córdoba is different . No se piensa que las segundas equipaciones están, principalmente, para obtener ingresos. Que precisamente por eso, todos los clubs intentan cambiarla cada año o, como mucho, cada dos temporadas. Para entendernos. Si se continuara con la segunda equipación de color magenta, cinco o seis años después, ¿qué camisetas se venderían? Demasiada tarea para el magín, por lo que se ve.

El caso es que se llegan a escuchar todo tipo de comentarios. Que por qué se han elegido el negro y el amarillo como colores, que verás tú como coincidimos con algún árbitro que solo ha llevado la indumentaria negra o la amarilla. Hasta se llega a preguntar que a qué viene la cruz en el pecho. "Vamos a ser los cruzados", comenta uno. "Sí, la cruz que tiene la afición con el equipo, es un homenaje a los seguidores", dice otro de manera jocosa. Precisamente, este último es un trabajador del club.

La nueva camiseta ha dado, incluso, para hacer un pequeño homenaje a Koki , la mascota multada con 600 euros y que, posiblemente, el sábado, ante el Murcia, pase una especie de cepillo para poder saldar su deuda con la Federación Española de Fútbol. Tranquilos los críticos, solo es de manera humorística, que seguro que los más contestatarios empiezan a preguntar qué va a hacer el club con lo recaudado en la colecta. Recordamos: es simplemente una broma.

Lo que no es broma es la creciente invisibilidad del técnico blanquiverde, Juan Luna Eslava. Tanto que, si Gaspar, Pierini, Pepe Díaz y Carpintero eran los nuevos cruzados, el de Fernán Núñez casi ni se notó, a pesar de ser uno de los fieles indiscutibles. Mientras se producía la presentación y toda la prensa clavaba sus ojos en la camiseta negra y amarilla (con el escudo en relieve en la pechera), Luna Eslava corría sobre el césped. Pasaba detrás de los jugadores y nadie prestaba atención. Si hubiera hecho los 100 metros de tribuna en menos de 10 segundos habría pasado desapercibido, como su rueda de prensa. Y es que, idiosincrasia cordobesa, siempre ha tirado más una guerra contra infieles (reales o no) que el que ya sabemos que lo tenemos en el bolsillo. Nos va la marcha. Solo hay que mirar estos días.