Unos cuatro o cinco kilos más delgado, pelo más corto pero revirado a la moda, sonrisa y ese brillo en los ojos que tanto llama la atención en los campeones. Fernando Alonso come una ensalada caprese en la coqueta terraza de Renault en Albert Park. "Demasiada grasa", le dice sonriente Stefano Domenicalli, el jefe de Ferrari que viene de reunirse con Flavio Briatore para trazar una estrategia común ante la guerra de los difusores provocada por Brawn, Toyota y Williams. Alonso cambiará de jefe, uno por otro, el próximo año, o el que viene. Pero esa es otra historia. Al bicampeón solo le preocupa ahora sumar su tercer título. Relajado e ilusionado, analiza sus posibilidades después de comer.

--La misma ciudad, el mismo hotel, idéntico clima, el mismo paddock, las mismas caras. Novena visita consecutiva a Australia.

--Siempre hay ilusión, ansias renovadas. Llegar hasta aquí te sube la moral, te motiva. Aquí siempre estás al cien por cien y este año estamos a tope. Hemos preparado el invierno mejor que nunca. Hemos hecho los deberes mejor que nunca. Llega la hora de la verdad. Ansío saber dónde estamos. La llave del Mundial es introducir cosas nuevas en cada GP. Aquí ganará el coche más rápido, sí, pero el título se gana teniendo mejor método de desarrollo que nuestros rivales.

--¿Pero hay una prohibición de hacer test durante la temporada?

--No influirá mucho. El año pasado, cuando teníamos un morro nuevo, lo desarrollaban en el túnel del viento, lo poníamos en el coche y funcionaba. Lo que dice el túnel de viento suele cumplirse.

--Todo el mundo habla de los difusores de Brawn. ¿Cree que la velocidad de esos coches se debe solo a los difusores?

--No es solo eso, pero tienen mucha incidencia. El problema es que el coche se diseña como una única pieza y, si le cambias ahora el difusor, lo estropeas. El Brawn ha sido el más rápido en los tests porque es el coche más completo. Aerodinámicamente todos los detalles están muy cuidados, aerodinámicamente es más avanzado que ningún otro y luego tiene uno de los mejores motores de la parrilla, el Mercedes.

--Un mando para el alerón flexible, cuatro para graduar la toma y entrega de potencia del KERS... ¿Es más difícil para el piloto?

--Este año sí, parece más complicado conducir que otros, pero es igual para todos. Tienes tantas cosas que cambiar en el volante que cuesta prestar atención a todas. Pero es lo mismo para todos y, tras muchos días de entrenamiento, creo que estamos adaptados.

--Esta semana se ha dicho que Nelsinho Piquet y usted se habían bajado el sueldo. ¿Es cierto?

--No se crea todo lo que dicen o escriben. Primero dijeron que ganaba tanto al año, luego que había bajado el sueldo tanto y ahora que gano tanto menos. Las tres cifras son inciertas. No tengo nada que decir: nunca he hablado de mi sueldo.

--Todo el mundo dice que usted es el más rápido, más listo y más sereno de la parrilla, ¿Podrá sacar provecho de todo eso?

--Espero hacer un buen campeonato. Solo puedo decir y asegurar que estoy más preparado que nunca para afrontar el Mundial. Cada año tengo más experiencia, aprendo cosas nuevas y me siento más confiado y mejor piloto. El año pasado acabamos muy bien pero empezamos muy mal, y este año hay que intentar evitar eso y sumar muchos puntos ¡ya!

--Vaya diferencia de expectativas entre el jueves del año pasado en Australia y hoy.

--Después de los entrenamientos libres podremos tener un poco más de idea de dónde estamos, aunque poca más. Pero es verdad que llego con muchas más ganas que el año pasado, más esperanza, motivación, fuerza... Este año, al menos, acudimos a la primera cita con la incertidumbre de si estaremos entre los mejores; el año pasado, sabíamos que no era así, ni de la risa.

--Vaya últimas semanas de polémica con el cambio de puntuación.

--El invierno ha sido más largo de la cuenta y ha habido más tiempo para esas cosas. Que si las medallas, que si el cambio de puntuación, que si el premio a las victorias, que si los difusores... Espero que el inicio de la competición acabe con todo eso.

--Lideró la revuelta contra el cambio en la forma de adjudicar el título.

--La norma era, es, tan injusta que había que decir algo. Y, como siguen pensando en introducir esos cambios para el año que viene, habrá que seguir dando guerra.

--Se ha hablado este año desde la FIA y la FOTA de mejorar el espectáculo, de favorecer al aficionado, pero todas estas