El Mallorca frenó en seco la trayectoria del Atlético de Madrid en la Liga al vencerle en el Ono Estadi con goles del vasco Aritz Aduriz y el uruguayo Gonzalo Castro.

Con el triunfo, octavo en el campeonato, el equipo balear sale de la zona de descenso, que ocupó durante algunas horas tras la victoria del Osasuna ante el Espanyol, y toma oxígeno para afrontar el tramo final.

Por su parte, el Atlético encajó la novena derrota de la Liga, la quinta como visitante, en una noche para olvidar, ya que a los colchoneros no les funcionó nada. Además, su técnico Abel Resino tuvo que recomponer la defensa en dos ocasiones por las lesiones de Antonio López y John Heintinga.

El Mallorca saltó al campo con varios objetivos a la vista, tantos, que parecía imposible cumplirlos todos. Había que parar al terrorífico tándem Forlán-Kun Agüero, ganar la partida en la zona ancha y marcar primero para situar el partido en la órbita más favorable para sus intereses. Y contra todos los pronósticos, lo logró.

Para ello encontró la colaboración involuntaria de un Atlético de Madrid, que salió dormido al campo. Los colchoneros rehusaron a la primera de cambios ejercer de grande, de equipo candidato a la Liga de Campeones en el Ono Estadi.

Superado en el centro del campo, con el Kun perdido arriba -solo tocó un par de balones-, Forlán más retrasado que de costumbre y con los extremos Maxi y Simao sin aparecer, el equipo de Abel Resino mostró su peor cara.

Además, en el minuto 12 se quedó sin defensa lateral izquierdo natural por la lesión de Antonio López, con lo cual, su sustituto, el griego Giorgios Seitaridis pasó al centro del campo y el holandés Heitinga se fue a la banda. Heitinga, además, salió en camilla del terreno de juego con traumatismo cráneo-encefálico y fue sustituido por el francés Sinama Pongolle. Así, el Mallorca se llevó los tres puntos.