El Prasa Pozoblanco consiguió una cómoda victoria ante el colista, el Boadilla Madrid, que además llegó a Pozoblanco con apenas diez jugadores en su plantilla. La importancia de la victoria viene acompañada de la recuperación del liderato ante la derrota del Lábaro Toledo en su visita a la cancha del Almoradí. Los pozoalbenses disputaron un partido serio y efectivo ante un equipo que no puso en aprietos a los locales.

La defensa cerrada del Prasa creó muchos problemas a los jugadores visitantes que se vieron obligados a lanzar de fuera de la línea de seis metros. Oscar García aprovechó el primer lanzamiento para sorprender a Percin y anotar el empate a uno. La efectividad defensiva y las paradas del portero permitieron a los pozoalbenses aprovechar los contragolpes y anotar un parcial de 6-0 para anotar el 7-1 antes de los diez minutos de juego ante un equipo perdido y sin recursos ofensivos. Tres ataques del Prasa, en los que los árbitros regalaron el balón a los rivales, hicieron que redujeran la diferencia en el marcador y que los madrileños no quedasen totalmente fuera del partido. Sin embargo, los de Paco Castillo que se encontraron cómodos ante el Boadilla, continuaron anotando goles para irse al descanso con una diferencia de seis goles que, prácticamente, sentenciaron este fácil encuentro (18-12).

Tras la reanudación, los locales volvieron a marcar la pauta y, con un parcial 3-0, ampliaron la diferencia a nueve tantos ante un equipo donde únicamente Oleaga y Ugalde mostraron su efectividad ofensiva. Con el marcador resuelto para el Prasa, las rotaciones y la relajación de los jugadores permitieron al Boadilla Madrid reducir en dos o tres goles la distancia en el electrónico y maquillar un tanto el resultado final de 30-24. El Prasa vuelve a soñar con el ascenso a Asobal.