Los flashes que alumbran los palcos de los campos de fútbol cada fin de semana se han encontrado con un denominador común: la ausencia de Rafael Campanero, presidente del Córdoba, en los partidos en los que el equipo ha jugado como foráneo. El octogenario presidente, que ha estado al mando del club en tres etapas diferentes desde hace cuarenta años, se ha quitado la agorafobia que padecía y ha tomado la determinación de viajar hoy con el equipo a Girona para presenciar el partido en el Montilivi. Será la quinta vez que lo haga en todos los años que lleva ligados al club blanquiverde. ¿Habrá pasado por la Caja Roja para tomar esta decisión? Lo cierto es que la situación del equipo, que puede volver a caer a la zona de descenso, meterá a Campanero en el AVE de las 13.28 horas rumbo a Cataluña.

El mandatario sabe que el viaje de más de seis horas de duración supone un "sacrificio", ya que "por mi edad y mis cosas es así". Aún así "hay que hacer un esfuerzo en estos momentos para estar con los jugadores, que lo están dando todo y más". Campanero llegó a la presidencia del Córdoba en diciembre de 1969. Su llegada reactivó al equipo y lo llevó a la Primera División. En ella, el club visitó los campos más laureados de la geografía española. Aún así, siempre ha sido reacio a ir en la comitiva blanquiverde, ya que "no me gusta ir a los palcos a exhibirme". Ni siquiera acudió a los partido ante el Real Madrid y el Barcelona. Es más, solo acompañó al Córdoba en tres campos. El presidente recuerda que vio al equipo fuera "con el Atlético de Madrid, Deportivo de La Coruña y Oviedo", aunque se le olvidó mencionar el viaje a Salamanca el 6 de noviembre de 1999. Pero la última vez que estuvo presente en un desplazamiento con el equipo fue en Segunda División B. El 26 de mayo del 2007 vio al Córdoba en el Puerto de Santa María jugar ante el Portuense, partido que metió al equipo en la fase de ascenso a Segunda A y en la que logró subir, posteriormente, en Huesca.

EN EL ALAMBRE El hecho de que el Córdoba esté andando por un alambre que le puede hacer caer al abismo "preocupa", pero al equipo "lo estoy viendo con satisfacción en cuanto al juego, ya que lo están haciendo bien y los jugadores tienen mucho ánimo. La actitud es positiva y lo veo con optimismo, pero también con preocupación, ya que los puntos son los que mandan".

El viaje con la plantilla unirá, aún más, los lazos existentes entre el presidente y los jugadores. Como dijo este diario ayer, el mandatario se reunió con los capitanes el martes y "se habló del futuro porque todos somos una familia. Además, tenemos a los cuatro capitanes y a Pierini que está mostrando ser un futbolista que siente mucho al Córdoba desde que llegó".

Por su parte, el presidente vive con preocupación la marcha del Córdoba B, que está en puestos de descenso en Tercera División. Rafael Campanero reconoce que "es una competición que no es para equipos formativos" y espera con "entusiasmo" la creación de la liga de filiales. Ayer, la RFEF se reunión con algunas federaciones territoriales para comunicarles los avances. Campanero cree que sería "un gran escaparate para 20 cordobeses, que jugarán ante equipos grandes". Si este proyecto no cuaja, al presidente le gustaría hacer a un equipo de la provincia filial, como "Montilla, que está cerca y esa afición puede arropar más a los jóvenes jugadores".