El sábado 1 de septiembre de 1979 se abría la Liga en Segunda División B (con solo dos grupos) y el calendario había dispuesto que el Córdoba debía visitar Gerona (que no Girona). Los tiempos actuales, en los que incluso la página web de la entidad ampurdanesa solo puede visualizarse en catalán, distan mucho de los de entonces. En el mismo periódico que se narra la victoria blanquiverde por la mínima, con gol de García, se publica un estudio en el que una de las principales preocupaciones de los españoles, junto con el paro y el terrorismo, es el de la ordenación del territorio español y el estado de las autonomías.

Ese primero de septiembre de hace casi 30 años el Córdoba se imponía a un jovencísimo Gerona. Los blanquiverdes, entrenados por José María Negrillo, comenzaban la Liga con la intención de retornar a la categoría de plata, perdida dos campañas antes. En ese equipo, además de un jovencísimo Perico Campos, también estaban Escalante, Monzón, Claus y Manolín Cuesta, entre otros.

La temporada había comenzado con polémica, ya que la Real Federación Española de Fútbol había impuesto la norma de que todos los equipos debían alinear como mínimo dos jugadores menores de 20 años, lo que hizo que algunos conjuntos pensase en realizar un plante. La cosa no fue a mayores y la Liga comenzó sin problemas.

El Córdoba finalizó en séptima posición, a seis puntos del ascenso, logro que conseguiría en la siguiente temporada, al finalizar subcampeón y siendo precedido solo por el Mallorca.

En esta temporada de 1979/80, el conjunto gerundense perdería la categoría. Finalizó la campaña en el penúltimo lugar. Curiosamente, tanto esa misma temporada como la anterior, repasando la hemeroteca, se destaca de los catalanes en sus crónicas que actúan como un bloque, sin ninguna referencia individual destacable. El grupo era su éxito y, cuando algunos jugadores cedidos o vendidos emigraron, el equipo descendió.

En esta temporada, los de Agné parecen tener como referencia esa manera de entender su paso por la competición. También el Córdoba tiene sus puntos en común con el de entonces, ya que militaban varios jugadores en sus filas con bastante nombre en la competición. Lo que entonces fue catalogado casi como un fracaso (séptimo puesto), hoy en día se vería como un notable triunfo.

El caso es que tres décadas después vuelve el Córdoba a Montiliví, estadio que sustituyó a Vista Alegre. Tanto ha cambiado esa España de las autonomías que el despacho en donde antes estaba Josep Tarradellas, llegado del largo exilio, sustituido después por Jordi Pujol, hoy está habitado por un cordobés. La casualidad, además, ha querido que la vuelta a Girona (antes Gerona) del Córdoba sea precisamente en el Día de Andalucía. Curioso sería que la entidad blanquiverde invitara al president cordobés al duelo, camiseta conmemorativa incluída. No tendría tan complicado el viaje. Baste decir que en esa época, la plantilla blanquiverde pernoctó nada menos que en Motilla del Palancar. Y faltaban cinco meses para el 28-F.