Vale que el Alavés y el Sevilla Atlético han dado muestras, y ahí está la clasificación que nunca miente, de ser dos equipos con muchos problemas, mediocres diría --el colista en mayor medida que el que marca la zona de descenso-- y con un futuro muy negro. También que el Zaragoza que visitó El Arcángel, quizá en el punto de inflexión de esta nueva andadura del equipo de Luna , no fue aquel día un digno aspirante a ocupar ahora la segunda plaza por debajo del Xerez. Pero de ahí a cuestionar el enorme esfuerzo que está haciendo el Córdoba en las últimas jornadas para enmendar su nefasta trayectoria del pasado año va un abismo. Creo que los blanquiverdes (todos, jugadores, técnicos, directivos y seguidores) tienen derecho a competir en un ambiente desinteresado, si me apuran neutral dado que la objetividad es una cualidad subjetiva, valga la paradoja. ¿Acaso no se merecen una tregua y poder soñar con una tercera victoria ante el líder en El Arcángel? Pues vale.