Los rigores de la competición han vuelto a cebarse con un Córdoba que no acaba de encontrarse a gusto en sus quehaceres diarios en esto tan agotador y arduo del mercado de invierno.

El primer cambio de rumbo ya se produjo desde el primer momento en que se pasó de descartar fichaje alguno en esta difícil reapertura, hasta ayer mismo, día de reuniones a varias bandas. En este lapso de tiempo se ha pasado de buscar un lateral izquierdo para completar la plantilla, a sumar un central polivalente, un medio centro organizador, un delantero y, tras la lesión de este sábado de Guzmán Casaseca, un interior --más bien volante-- derecho, y todo condicionado por la mano que mece la crisis económica que tanto daño está haciendo al mundo del fútbol: renovarse o morir.

NO HAY NADA CLARO El caso es que ni ellos mismos lo ven claro. Primero, porque lo poco que hay (de lo que se habla estos días, es decir, el siempre recurrente delantero del Almería Natalio, que ya prefirió Cádiz a Córdoba el año pasado y por el que pugna ahora con fuerza el Hércules, y el interior diestro Cheli, del Málaga, que ya gustaba a Emilio Vega desde que, precisamente, anotó un golazo a los blanquiverdes, entre un listado de tres o cuatro más a lo sumo) es muy caro y no convence al cien por cien. Para los amantes de los nombres, no hay más que recordar que el Córdoba ha echado las redes a todo lo que se mueve para esas demarcaciones entre los descartes de Primera División al alcance de su bolsillo. Pero todo puede variar con un simple movimiento del parqué.

Y es que pocas veces el fútbol, no solo a nivel local, ha estado tan ligado a los ecos de la economía, y en concreto a las noticias acerca de su recuperación, que no son nada halagüeñas.

Así, en escasos días se ha pasado de ninguno a tres o cuatro refuerzos, lo que obligaba a dar bajas --hay solo una ficha libre-- y, en las últimas horas, gana peso reforzar al equipo con uno o dos jugadores a lo sumo.

Esta fue una de las conclusiones que sacaron ayer dentro del club al calor de las conversaciones que mantuvieron, primero, el director deportivo, Javier Zubillaga, con Juan Luna Eslava, en el estadio, y poco después en la reunión que tuvieron presidente y responsable deportivo en el domicilio de Campanero.

Respecto a los nombres que hay sobre la mesa, el Córdoba sigue a la espera de que varios clubs confirmen su listado de descartes y que estos se decidan por una de las muchas ofertas que tienen sobre la mesa. El mercado extranjero fue analizado y descartado y solo queda esperar a que alguien mueva ficha.