El Villanueva consiguió empatar un partido que se le puso muy cuesta arriba al inicio de la segunda parte con la expulsión de Obregón por doble amarilla. En la primera mitad hubo muy pocas ocasiones, por no decir ningua, ya que el ritmo del encuentro fue inferior al que cabía esperar y el centrocampismo fue el dominador absoluto durante todo el período. En la reanudación el partido se volvió loco, y llegaron las dos jugadas claves que cambiaron el rumbo del encuentro. A pesar de tener inferioridad númerica, el Villanueva tuvo una gran ocasión en un penalty que Garrido cometió al derribar a Yoyo. El encargado de tirarlo fue Quero, que lo transformó. Ahí llegó la polémica, puesto que el colegiado sevillano Moreno Díaz ordenó repetir el lanzamiento por una presunta invasión del área por parte de jugadores locales. Esto provocó la indignación de toda la expedición cordobesa, que aumentó todavía más al ver cómo David acertaba la trayectoria del balón en la repetición.

A partir de ahí, el Villanueva se hundió moralmente, y los jugadores locales pasaron a dominar el encuentro totalmente, llegando a disponer de siete ocasiones claras en 20 minutos.

La mala puntería de los delanteros locales, y las grandes intervenciones de Javi Cuadra evitaron que los gaditanos se adelantaran en el marcador y siendo una de las claves.