El Sporting de Gijón, espoleado por la marea de aficionados que le arropó en el estadio de Riazor, consiguió su tercera victoria (0-3) en Liga, todas ellas de forma consecutiva, y avivó sombras del pasado en el Deportivo de La Coruña, que empezó bien, pero flojeó ante la adversidad.

Los blanquiazules, que perdieron en UEFA el jueves ante el CSKA de Moscú (3-0), se vinieron abajo tras el primer tanto de los asturianos, se llevaron el segundo en tres minutos, y tuvieron que jugar la segunda parte con uno menos por expulsión del argentino Diego Colotto.

Agobiado por su falta de gol, el conjunto coruñés intentó sacarse la presión de encima con el empuje del mexicano Andrés Guardado, Angel Lafita y Pablo Alvarez y la movilidad de Iván Sánchez Riki , que recuperó la titularidad, pero los cambios introducidos por Miguel Angel Lotina no modificaron el gafe de los blanquiazules.

El equipo gallego generó ocasiones, la primera a los pocos segundos de partido. El Sporting, más tímido, había advertido de sus intenciones con un contragolpe que Diego Castro desaprovechó y volvió a la carga en el ecuador del primer periodo con otra acción del centrocampista, que remató al cuerpo de Aranzubia pero después fue derribado por Lopo y provocó el penalti con el que se adelantaron los gijoneses y con el que el Depor entregó el duelo.