El Lucena estuvo a punto de rozar una gesta histórica en el Ramón de Carranza, donde tuteó desde el primer minuto a todo un líder como el Cádiz, pero cuando las manecillas del reloj marcaban el minuto 92 tuvo que llegar la jugada de la desgracia para los aracelitanos, con el gol conseguido por el buen interior derecho cadista Enrique en el segundo palo, tras centro de Fran Cortés.

Antonio Montero Nene, técnico del Lucena, volvió a sorprender a todo el mundo, puesto que sacó sobre el césped gaditano un 4-1-4-1, con el brasileño Anderson Costa como referencia en ataque por primera vez en esta temporada.

El empuje de los cadistas en los primeros veinte minutos fue sacudido con solvencia por una gran defensa comandada por el veterano Antonio, pero a los veintiún minutos llegó el primer jarro de agua fría de la tarde con el gol del defensa cadista Mansilla, ante el despiste de los defensores visitantes.

A pesar de ese gol, el Lucena no se arrinconó en su parcela, al contrario, buscó a la contra el gol del empate, pero Anderson apenas inquietó a la meta de Casilla, producto en parte de su desidia.

En la segunda mitad, llegó el tanto del empate por medio de un inconmensurable Velasco, que hilvanó un contragolpe por la banda derecha, plantándose ante las inmediaciones del portero cadista y estableciendo un prometedor empate a uno.

Todo hacía indicar que el Lucena iba a escribir una página importante de su historia con el que hubiese sido un justo empate. En cambio, ya en el descuento llegó el descalabro para los intereses del equipo celeste con el gol de Enrique y se desvanecieron las ilusiones de los seguidores aracelitanos, que en un número superior a 150 disfrutaron de lo lindo en el Carranza.

En definitiva, tarde gloriosa de fútbol, precedida por la mañana con un acto de hermanamiento de las peñas del Cádiz y del Lucena en la Casa de Córdoba.

Moraleja del encuentro: David estuvo a punto de ganar a Goliat, pero la justicia en el fútbol a veces no se produce. En cualquier caso, con tardes como las de ayer, domingo, la ciudad de Lucena puede estar muy orgullosa de su equipo, porque supo poner los puntos sobre las íes a todo un equipazo, con un presupuesto cercano a los seis millones de euros, que se permite tener en las gradas a ex jugadores de Primera División como el rumano Rosu o el paraguayo Acuña, todo un lujo.