La carrera por la presidencia del Madrid está en marcha. A falta de casi dos años para las elecciones --se celebrarán en julio del 2010--, varios precandidatos han puesto a funcionar su maquinaria. Además de Juan Villalonga, que ha confirmado su deseo de presidir el club blanco, José María Aznar, ex presidente del Gobierno, reconocido madridista y hombre asiduo al palco del Bernabéu bajo el mandato de Florentino Pérez, se había planteado intentar el acceso al sillón presidencial. Pero los estatutos se lo impiden. También Florentino tiene prácticamente decidida su vuelta al club tras su salida el 27 de febrero del 2006.

Si finalmente Ramón Calderón decide presentarse a la reelección, tendrá varios rivales. Alguno de ellos de renombre y otros que no saben muy bien en qué emplear su tiempo. Aznar estaba plenamente decidido a intentarlo. Sin embargo, su idea choca con su antigüedad como socio del club, que es de cuatro años, lo que no le permite hacerlo, ya que, según los estatutos de la entidad, se requiere ser socio de manera ininterrumpida durante diez años.

La propuesta para que el ex presidente del Ejecutivo intentara acceder a la presidencia del Madrid partió de uno de sus colaboradores más cercanos, Pedro Antonio Martín Marín, en su día vicepresidente del club con Luis de Carlos y más tarde secretario de Estado para el Deporte bajo el mandato de Aznar, y presidente de Hispasat hasta que presentó su dimisión en el 2004. Cuando Martín Marín conoció el impedimento de la antigüedad de Aznar para acceder a la presidencia, pensó incluso en proponer un cambio en los estatutos del club para acortar de diez a cinco años el requisito para presentarse.

Curiosamente, unos días después de que Aznar pensara en aterrizar en el Madrid, Juan Villalonga, compañero de clase del ex presidente del Gobierno, saltó a la palestra para anunciar que él si se presentará. Una decisión que ha causado indignación en la entidad madridista, ya que el ex presidente de Telefónica se ha vinculado a varios equipos en los últimos meses, entre ellos el Valencia, en el que llegó a ponerse a las órdenes de Juan Soler como máximo ejecutivo.

Su gestión al frente del club levantino se resume en dos semanas de trabajo y una indemnización de seis millones de euros. Ahora, sin embargo, asegura que desde pequeño acudía al Bernabéu con su padre y que su modelo para gestionar el Madrid es Florentino Pérez. Ultimamente ha colaborado con el club blanco en el traspaso de Robinho al Manchester City. Asegura que no se llevó ninguna comisión, pero el equipo inglés pagó 48 millones de euros y la entidad madridista anunció que la operación se cerró en 42.

El caso de Villalonga es distinto al de Aznar, ya que el ex presidente de Telefónica sí cumple con el requisito de diez años de antigüedad como socio. Su amigo Aznar solo podría aspirar a entrar en su candidatura, algo para lo que solo son necesarios cinco años. Villalonga telefoneó a Calderón para comunicarle sus planes, lo que a este no le hizo ninguna gracia.

El otro rival que tendrá en las urnas el presidente blanco es otro amigo de Aznar y de Villalonga. Florentino Pérez tiene prácticamente decidido presentarse. Se animó a volver al ver que Villalonga se lanzaba al ruedo. Ya se lo ha hecho saber a sus colaboradores más directos. Eso sí, tiene la firme intención de convertir el club en sociedad anónima si así lo requiriese la situación económica.